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viernes, diciembre 28, 2007

La opera en Bangkok

Por fin fui a una opera aquí en Bangkok y la experiencia fue muy gratificante.
En principio se hace una reservación por teléfono que no te obliga (al menos en esta opera y en este teatro), a pagar nada por adelantado.
Llego el día esperado y me encuentro sola a la entrada de este teatro. Mi marido tenía gripa y como no es su fuerte la opera, creo que tuvo una buena excusa para quedarse en casa, sabiendo que me vería con una amiga en el teatro.
Solo llegar al teatro que se encuentra en el Centro Cultural Tailandés, llamé a mi amiga para encontrarnos y me sorprende diciéndome que unas horas antes había enviado un SMS a mi celular (no soy muy afecta a estos aparatos, por lo que lo dejo por doquier y a veces no lo oigo en la bolsa), para decirme que también se enfermó y que no iría.
Yo me dije: No necesito a nadie para disfrutar de un espectáculo que a mi me gusta mucho.
Fui a recoger mi boleto a una mesa a la entrada donde se entregaban pensando que quizás me tratarían de cobrar los otros dos, pero no fue así. Cuando explique que dos de las personas que vendrían se encontraban enfermas, la mujer que me los entrego, puso cara de "lo siento" y pagué el mío.

Este teatro (que ya conocía), no es arquitectónicamente interesante, aunque la acústica es buena.
Nosotros por no gastar mucho, compramos boletos baratos, así que busque mi lugar y me senté. No habían pasado mas de 10 minutos, cuanto subió un muchacho a decirnos que podíamos bajar al primer piso porque había espacio.
Imagino que como no era una opera muy ligera (Las Walkirias de Wagner), ni de las más populares es que no se llenó el teatro y por lo que la mayoría del público, se veía conocedor.
También según me había comentado la amiga que no vino y que fue la que reservó, que si no se llenaba, que sería lo mas seguro, te daban mejores lugares y sin ningún cargo extra.

Aquí en Bangkok se necesita llevar siempre algo con que taparse a teatros, cines y algunos lugares mas. La fiebre de vivir con el aire acondicionado a temperaturas invernales en lugares calurosos parece ser mundial.

Detrás de mí, un individuo ya mayor con apariencia teutona y cara de muy enfermo se encontraba sentado con una manta. Yo la verdad iba algo ligera por lo que al otro día amanecí con resfriado.
Fue muy interesante ver esta opera en un escenario totalmente Asiático con vestuario igualmente de esta parte del mundo. En este caso, nuestras Walkirias resultaron muy divertidas por haber mujeres muy altas junto a sus otras hermanas pequeñitas y con rasgos Asiáticos.
Un Sigmund rubio y alto como originalmente debiera ser, vistiendo ropas Asiáticas de tipo karate. Igualmente que un Wotan, pero con un traje más elaborado.
El decorado y muebles también Asiáticos con su mesa y cojines en el suelo. Por ese motivo parte de esta opera fue representada y cantada en el o a nivel de éste.
Yo estuve a un segundo de soltar una risa sonora cuando salieron todas las Walkirias juntas, pues a mi me pareció gracioso este momento.

Para mi completa satisfacción, los cantantes, muy buenos y los músicos igualmente. Cantantes europeos y asiáticos.
La Siam Philharmonic Orchestra sonó muy bien bajo la dirección del director más reconocido mundialmente de nacionalidad Tailandesa de nombre Somtow Sucharitkul, con estudios en Eton y Cambridge.
Este director compuso en 1975 "Views from the Golden Mountain" (vistas desde el Golden Mountain, como llaman a un templo que se encuentra arriba de una montaña aquí en Bangkok), combinando instrumentos Occidentales y Tais para así lograr sonidos nuevos.

La opera duró sus cuatro horas y media con dos interrupciones, una como de 20 minutos en las que se podía cenar algo ligero y otra mas corta.
No importa donde te encuentres o que espectáculo sea, en Tailandia siempre debe haber comida a la mano, porque el hábito del Tailandés de comer a toda hora es ineludible.
En estas interrupciones pude observar también lo divertido que era todo, personas vestidas como si fuera otoño en París, algunos abrigos, bufandas, etc. Yo me río, pero seguro que estos individuos no amanecieron agripados como yo por lo que la próxima vez que vuelva a otro espectáculo iré mas abrigada.

El pobre hombre enfermo que menciono se encontraba justo detrás de mí, se veía que disfrutaba el espectáculo con todo y su mal aspecto. Por ese motivo sentí que se me encogió el corazón por un momento, cuando en el último acto ya había desaparecido.
Algunas personas (pocas), también se fueron antes de que terminara, pero este hombre estoy segura que lo hizo por cuestiones de salud.
Finalmente todo termino con muchos aplausos y me dirigí a tomar mi taxi de regreso a mi casa. Es tan agradable cuando se viene de un país tan inseguro como el mío, poder parar un taxi a las 12 de la noche y llegar sana y salva a tu destino, que aprecio mucho ésta seguridad viviendo en una ciudad.

Sanuk.

martes, diciembre 11, 2007

Fin de semana en Amphawa

A solo 74 km de Bangkok en la provincia de Songkhram al sudoeste y a unos cuantos kilómetros del Golfo de Tailandia se encuentra un lugar de nombre Amphawa. Esta población se encuentra edificada entre los canales que desembocan al río Mae Klong.

Nuestra experiencia comienza con la salida de Bangkok. Como este lugar no es muy conocido por el turismo no tailandés, las instrucciones para hacer esta excursión son algo confusas. Además de que la tailandesa que nos lo recomendó es la novia de nuestro hijo y como va a todos lados en coche no usa transporte colectivo para ir cerca de Bangkok por lo que difícilmente puede aconsejar sobre como hacerlo de esa manera. La forma en que nos comportamos las personas cuando nos encontramos viviendo en nuestra propia cultura, muchas veces no nos deja pensar en la confusión que podemos generar si no damos instrucciones precisas. En ninguna guía encontramos una buena explicación para llegar aquí de manera que en verdad nos lanzamos a la aventura.

Sólo el encontrar el lugar para subirse al autobús que nos acercara a nuestro destino ya lo fue pues resulta que hay dos estaciones de autobuses en Bangkok para el abordaje de autobuses que van al sur, una antigua y otra nueva. Además tienen por nombre palabras casi idénticas y están muy cercanas entre sí. Todo mundo en Bangkok conoce la antigua que es realmente de país tercermundista aunque rebosante de gente, pero sólo unos cuantos conocen la nueva que parece un aeropuerto y que por lo mismo se encuentra un tanto desolada.

Como el paseo lo planeamos con una amiga francesa (que habla menos tai que nosotros), quedamos de vernos en la supuesta única estación. Resultado de esto es que nosotros llegamos a la nueva y ella a la vieja. Después de hacer varias llamadas a nuestros teléfonos móviles y tratando de encontrarnos cuando al parecer lo que ella veía no era lo mismo que lo que nosotros, es que llegamos a la conclusión de que existían dos estaciones.
Decidimos ir a la vieja estación en amabilidad a ella que venía sola, para que luego el autobús que tomamos allí, nos regresara a la nueva donde hace parada igualmente.
Después de casi dos horas de viaje porque el chofer conducía muy despacio e hizo varias paradas, llegamos a Samut Songkhram.


Ésta es a primera vista, una ciudad cualquiera en Tailandia pero eso si, con algo increíblemente raro, un mercado que se instala encima de una vía de tren que está en operación. Dicen que el tren pasa como 8 veces al día de manera que estos mercaderes quitan y ponen su mercancía para permitir su paso. Nosotros no tuvimos la suerte de que el tren pasara, ya que esto lo vimos al regreso de Ampawa, pero nuestro hijo que fue unas semanas antes con su novia, nos comentó lo divertido que es cuando te toca verlo. A propósito de esto, me llegó un video por Internet de estos que todo mundo mandamos en donde se puede ver el desmadre que se origina cuando el tren pasa por el ¨mercado¨, pero con el grave error de que dice que se encuentra en Bangkok.

Continuamos en un camioncito abierto hasta Ampawa, pero como no llevábamos ninguna reservación comenzamos a preguntar y buscar algún guest house u hotel pequeño (no hay otros).
Siendo este un paseo muy local, la gente sabe exactamente lo que quiere hacer y ver, por lo que ya no pudimos encontrar lugar en el hotelito más simpático del lugar.


Preguntando llegamos a un sitio que nunca estuvimos seguros de que era, parecían familia en su casa de fin de semana, pero a la vez, también por la noche desde nuestro guest house justo enfrente, parecía restaurante la parte que daba al río. Cruzamos la casa o lo que fuera para sentarnos en el muelle y esperar con toda paciencia (tal y como se hace siempre por aquí), a que se pusieran de acuerdo en donde nos instalarían. Claro que mientras esto ocurría, los tailandeses siempre te invitan a sentarte y compartir lo que estén bebiendo o comiendo en ese momento.

Finalmente nos atravesaron el angosto canal, uno por uno en una especie de canoa inestable, quedando instalados en un guest house.
Fue divertido ver lo serio que se tomaban todo este proceso y lo mal que nosotros negociamos el precio de dos cuartos muy típicos con sus colchonetas en el suelo y casi sin mobiliario como se acostumbra aquí. Desde luego que sin baño privado, aunque no lo consideramos gran problema porque los baños se encuentran casi siempre muy limpios como suele ser todo en este país en general.

Aquí pudimos experimentar desde nuestra llegada el ambiente bien tailandés y al igual que en mi meditación, la vida muy asiática.
Aunque los tailandeses siempre se distinguen por su amabilidad, en este lugar se destacó esta hospitalidad. Siempre prontos a ayudar, a tratar de comprenderte en lo que puedan.

Caminas por estos pequeños muelles que desembocan a casas, tiendas, restaurantes para observar tantas cosas interesantes que no es posible describirlas exactamente como las percibí en el momento. La gente vive en casas tailandesas al estilo antiguo y tradicional. En lugares como este (y aun en algunos sitios en Bangkok), las fachadas suelen ser solo puertas que se abren por completo mostrando todo y se cierran igualmente. Todo de madera obscura, con techos inclinados. En general estas casas son estancias grandes en las que tienen puestos tatamis (sillones de suelo), colchonetas y cojines en el suelo. Incluso mesas bajas para comer sentado en el suelo. A diferencia de otras culturas como la mexicana, los tailandeses no guisan dentro de sus casas. Normalmente todo se cocina a la intemperie y por eso mismo no huelen mal las casas y corren menos riesgo de incendiarse. Claro que el buen clima invita a ello. Aún en Bangkok algunas veces no se encuentran departamentos con cocina integrada porque ellos ponen anafres y estufas en balcones o áreas abiertas. Más difícil aún encontrar cocinas con horno por lo que los extranjeros acabamos en lugares construidos o adaptados para tener las cocinas un poco al estilo occidental.



La gente aquí en Ampawa hace la vida de cara al río. Pescan, nadan, se lavan, tiran los desperdicios orgánicos, limpian sus cosas y demás en estos canales que se ven muy limpios a diferencia de la mayoría de los que existen en Bangkok. Por la mañana la vida comienza tarde pues es lugar de fin de semana y la gente se va a dormir muy noche.



Ya por la tarde se va llenando de gente por todos lados y sobre todo en el mercado. Este mercado flotante es uno de los famosos por conservarse muy autentico, exponiendo sus increíbles comestibles y cosas de todos tipo. Descubrimos en él nuevos postres y comidas como nos sucede con frecuencia cuando nos movemos por Tailandia por la gran variedad de alimentos y su elaboración.

La única comida que hicimos, fue en un restaurante muy sencillo en el que por no entendernos bien, tuvimos que ponernos de pié y señalar con el dedo lo que queríamos. No resultó exactamente lo esperado pero nos gustó. Nuestra amiga lo tuvo más complicado porque es vegetariana y con más manías para comer que nosotros.


Por la tarde comienzan a llegar las lanchas con sus mercancías. Los alimentos que venden en estas lanchas se antojan mucho más que lo que comimos o veíamos en restaurantes. Lo malo es que no sabemos comer como los tailandeses que están dispuestos a hacerlo sentados en cualquier escalón, rincón, o hasta de pie lo hacen (hay que admitir que en México esto es también bastante frecuente).

Cuando ya entra la noche, es casi obligación tomar una lancha para ir a ver luciérnagas, pues el lugar es famoso por la abundancia de éstos insectos y precisamente se llena de gente en los días que tienen noches sin luna que permiten observar mejor el espectáculo.
Contratamos una lancha en el guest house y nos subimos con un montón de gente. Lanchas y más lanchas saliendo hacia el río para ver a los insectos luminosos.
Como todo en estos tiempos, somos demasiada gente queriendo ver lo mismo por lo que se vuelve difícil hacer cosas con poca o nada de gente, es decir, se pierde un poco el sentimiento de descubridor del que disfrutamos en México por tantos años.
Tarda bastante la lancha y aunque resultó un poco pesado valió la pena. De repente comienzas a ver árboles en los que hay tantas luciérnagas que dirías que les han puesto focos intermitentes. Curiosamente los insectos en cuestión, al estar todos juntos en los árboles se sincronizan para encenderse y apagarse, lo cual, al menos para nosotros daba una cierta impresión de falta de naturalidad. Laurence nuestra amiga por un momento empezó a decir que eran focos y que nos tomaban el pelo. Pero no es así, son luciérnagas y lo que pasa es que ya nos hemos acostumbrado a pensar que siempre alguien nos quiere engañar. Los árboles parecen arbolitos navideños con luces intermitentes. Después de alrededor de dos horas de paseo acuático, regresamos satisfechos de haber visto el espectáculo. Desde luego que las explicaciones de dos horas en lancha solo eran en tai, por lo que si no hubiera sido por la amabilidad de dos jovencitas tais que como siempre y en su gran mayoría están prontas a ayudar sin siquiera pedirlo, viendo que éramos los únicos tres no asiáticos en la lancha, comenzaron a traducirnos algunas de las explicaciones. Como siempre y a pesar de ser repetitiva quiero destacar que lo mas bonito de este país, es su gente.
Fue un fin de semana encantador y sobre todo por ver costumbres mas autenticas que las que se ven en una ciudad, que aun siendo muy tai, ya es muy cosmopolita, esto casi siempre sinónimo de demasiadas cosas iguales entre unas ciudades y otras.

Sanuk

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domingo, diciembre 02, 2007

Varanasi

Un relato sobre Varanasi y la India escrito por nuestro hijo, también aventurero en Asia y de hecho, instigador de nuestra propia aventura:

¿Cómo empezar un relato de viaje después de tantos meses de ausencia? ¿Qué medicinas se utilizan para cebar la maquina de la memoria? Ahora, sentado en la terraza de nuestro búngalo, los detalles de las aventuras de los últimos seis meses parecen tan distantes. Mirando los reflejos de la luz sobre el mar a la caída de la tarde – en una islita a sesenta kilómetros de la costa, en la provincia de Chumphon, en el sur de Tailandia – encuentro que mis recuerdos son tan inaccesibles como la costa. Y así, entre más me esfuerzo por encontrar la tierra en el horizonte, tanto más oculto me parece cualquier recuerdo de aquel continente en sedición.

Por los audífonos escucho música clásica India, en un intento por primar la memoria. El relato no puede ser lineal, las memorias engullen todo mi ser. Un discípulo Zen caminaba alrededor de la orilla de un lago con su maestro. Se detuvo y preguntó, "Maestro, cual es la esencia del agua". El maestro dió media vuelta y lo empujó al lago. Tal vez algo parecido me sucede cuando trato de describir nuestra estancia en la India. Tal vez el largo silencio no ha sido otra cosa que la inhabilidad de contar la historia; de contarme la historia a mi mismo. La intensidad que siento por esa parte de nuestro viaje vivirá necesariamente y exclusivamente en aquel presente.

Empieza a dar resultado la canción, a la melodía de la cual lloró Avishek -- un amigo brahmán que conocimos -- una noche en Varanasi; Benares; ciudad de la luz. Jamás sabremos porque lloró, era un llanto demasiado profundo y nostálgico para que nos atreviéramos a preguntar. Tal vez fue un llanto de felicidad. Sabrá solo él y su dios lo que sucedía en su mente al ritmo del "shanti-mantra".

Ahora, en el horizonte de la memoria puedo ver a la Gran Madre, al Ganges, el río mas sagrado de los hindúes, el cual bordea Varanasi en su gran trayecto desde los Himalayas hasta el mar. Cualquiera que muera en esta ciudad mítica escapa para siempre del ciclo de la vida y la muerte. Varanasi, pasaporte y visa al Nirvana. Varanasi, vida y muerte, sonrisa y llanto. Varanasi, ciudad oscura, mágica, trágica, eterna. En otro crepúsculo, en otro continente, me acerque a la orilla del Ganges a tirar mi puja – mi platito de hoja de plátano, bañado en flores de zempasuchil, con una velita de esperanza bailando en el centro. En una tarde como ésta, después de un ritual indescriptible – impregnado de olor a incienso, – parado a la orilla del Manikarnika Ghat, vi como se alejaba mi velerito alumbrado, y en la distancia parecía unirse a la procesión de otros cientos de barquitos esperanzados. En tardes como ésta nos sentamos en el techo de nuestro hotel y vimos una pared de humo humano distorsionar el horizonte. Sí, en Varanasi queman a algunos muertos. A la orilla del río, en ciertos Ghats se construye una gran hoguera de madera, y tras un ritual complicado se convierte un cuerpo en cenizas, dejando – dos horas y media mas tarde – tan solo los huesos más resistentes de la cadera y el tórax para ser desechados en el Ganges. Sin embargo, la madera para la quema es cara. Para algunos de los difuntos económicamente menos afluentes, la hoguera se extingue dejándolos cocinados a término medio, lo cual sin duda es motivo de celebración para los perros carroñeros que habitan el susodicho Ghat. También puedo asegurar que muchos muertos dejaron parte de su esencia en mis narices y pulmones, constancia que quedó impregnada en una constante mucosidad color café, color a Indio.

Varanasi, sueño y pesadilla. Por las calles laberínticas de la ciudad vieja, caminamos esquivando vacas sagradas y búfalos de agua, a través de pasillos bordeados por paredes manchadas. Mi pequeña lámpara ilumina los siguientes metros del laberinto. Se escucha el ladrido de perros. En las noches, en todo el país, éstos animales que parecieran tan dóciles durante el día, salen a cazar en manadas y se convierten en verdaderos monstruos. Vuelvo la cabeza y clavo mi vista a la oscuridad que disuade cualquier pensamiento de huida. Aquí el pasado inmediato es ya inaccesible. Aquí no existe la retaguardia. No hay otro camino más que adelante. Solo puedo avanzar mirando el suelo en frente de mí, y así, al estrellarme contra el presente, en medio de una claustrofobia liberadora voy descubriendo mis miedos. Finalmente, el pasillo desemboca al río, y esquivando los bultos de personas que duermen en ésta especie de terraza gigante, llego hasta el barandal de piedra. Desde aquí las luces débiles se reflejan y dispersan en el río, contra edificios mágicos, en un sueño tornasolado del que no puedo despertar. Mientras más me alejo de mi realidad occidental más me parece que me acerco al origen de una gran espiral, mareado por las curvas que se van volviendo más cerradas en tanto más me acerco a la causa y al cauce. Ya oscureció, ya terminó el mantra, y los recuerdos que fluían a través de los audífonos también se han ido. Me siento cansado, como si hubiese revivido esos días una vez más. Escucho el leve sonido de las olas en la playa y con una imagen final de Avishek, una lágrima deslizándose por su mejilla – una mirada de dolor nostálgico -- entiendo que hoy así debe terminar la historia.

Marcel Ventosa

sábado, noviembre 17, 2007

Costumbres Culinarias en Tailandia

Bangkok es una ciudad muy cosmopolita con ese sabor tan interesante que suelen dar las ciudades de los países llamados del tercer mundo, como México mi país de origen.
Al no ser una ciudad estéril, para muchas personas ya demasiado acostumbradas a esta esterilidad (sinónimo de sucio y lleno de bacterias y virus principalmente en EE.UU.), esta ciudad a primera vista parece ser todo lo contrario.
En efecto es una ciudad con mucha contaminación visible. Digo visible porque existen otras ciudades igualmente contaminadas donde como los humos generados por los automóviles y demás no son obvios, nos engañan el olfato, la vista y demás sentidos altamente atrofiados por exceso de todo.

Por esto mismo muchas veces comer en puestitos de la calle o chiringuitos, no será del todo apetecible. A mí en lo especial no me gusta, pero no dejo de reconocer los muchas veces agradables olores que de estos lugares emanan.
Aunque a mi no me guste demasiado esto de sentarme casi o en la acera, escuchar el ruido de todos los motores de los vehículos que pasan, respirar los humos directamente sin ningún disfraz, aunados muchas veces a la alegría y música de estos, no dejo de reconocer que tienen su encanto.



La gente tailandesa en su gran mayoría come todo el día. En esto (y en otras cosas) se parecen mucho a los mexicanos. Son antojadizos y es por eso que se nota disfrutan de todo este mercado culinario callejero. De pie, en algún recipiente fácil de llevar por la calle y luego tirar, puedes ir disfrutando desde una sopa, un guiso, hasta un postre, porque todo esta pensado para que te lo comas como mejor te acomode.
Casi todos los puestos al menos tendrán algún banquito para que si no te gusta caminar y comer, te detengas unos minutos. En muchas de las ocasiones, hay mesas y sillas, así que te sientas a comer tranquilamente, acompañando tu comida de bebidas de frutas que son muy socorridas y muy sabrosas, hasta las típicas cervezas tais.

En cuestiones de alcohol, la bebida predilecta del tailandés es el whiskey. En muchos de estos lugares, al pasar por las tardes ya se encuentran en la mayoría de las veces hombres charlando, comiendo y bebiendo whiskey.
En los restaurantes en forma ocurre un poco de lo mismo. Solamente que estos son normalmente cerrados con aire acondicionado y música. Encontraras desde los que tienen música a todo volumen, medio y suave.

Casi todos los restaurantes por sencillos que sean, tendrán un montón de revistas para que te entretengas si vas solo o no quieres platicar y prefieres disfrutar viendo éstas.
A mí todavía después de un año dos meses esto se me sigue haciendo gracioso.
Uno de los restaurantes que nosotros frecuentamos mas, esta a sólo unos metros del lugar donde vivimos y nos gusta porque se come bien, no demasiado picante, esta limpio y cerrado, además de que siempre la música es tranquila, tipo jazz tal que permite la charla en la mesa.

Hace unas semanas uno de los meseros que nos conoce, vino con mucho orgullo a enseñarnos una revista en la que aparecía el Sr. Slim y la noticia de que era el millonario numero uno del mundo. Creo que lo desilusionamos mucho cuando notó que no nos hizo nada de gracia, además de que lo aleccioné un poco sobre quien es este individuo que a mi como mexicana no me da ningún orgullo.

En Tailandia en general se come siempre muy bien o simplemente bien, es por lo que suelo compararlo mucho con España en donde siento que ocurre lo mismo.
Incluso en lugares muy turísticos - que como todos sabemos casi nunca serán los mejores - también hemos comido bien.

Aquí la costumbre es pedir varios platillos, ponerlos al centro y todo mundo va sirviéndose a su gusto. El tailandés es muy sociable y la comida no es solo llenar el hueco del estomago, sino el compartir. Se ve poca gente comiendo sola y menos después de las horas de trabajo, es notorio lo importante que parece ser no sólo lo que se come, sino con quien te lo comes.

Su comida siempre tiene algo de dulce porque ellos piensan que comer bien es hacer un balance de sabores aunque con el chile si exageran al igual que lo hacen en mi país.
Aun con el calor que hace prácticamente todo el año, a los tailandeses les gustan mucho las sopas y es raro que una comida no vaya acompañada de estas.
Las verduras casi siempre muy crudas en todos los guisos y utilizan todo, no desperdician prácticamente nada. Aquí nos hemos comido algunos troncos de verduras que nunca pensé me comería. También suelen poner mucha col y ejotes completamente crudos para que te los vayas comiendo junto con los platillos muy picantes.

Los tailandeses gustan mucho de los embutidos y en especial de todo tipo de salchichas. Yo como no soy muy afecta a estos y a las salchichas menos, he comido muy pocas de estas variedades.





Se comen algunos bichos asados del tipo de los grillos y gusanos de maguey. Es muy común encontrar unos carritos por las noches al salir de algún bar u restaurante con estos animalitos.

Por las calles gustan de asar todo tipo de carnes, sobre todo las salchichas. También secan algunos alimentos como pescado y carne, que tampoco he probado.
Los huevos son otro alimento muy socorrido, los ponen mucho en las comidas pero además los venden por la calle ya cocidos de diferentes formas. No se exactamente que les ponen, pero pueden tener unos colores que no abren mi apetito. En un restaurante totalmente tailandés, por compromiso, tuve que probar uno de color marrón que en el centro parecía tener una especie de ojo. No se si sería verdad o sólo al ver nuestras caras quisieron impresionarnos más los tais con los que nos encontrábamos, pero dijeron que los cocinan en orín de caballo. Al ver quizás las caras que Juan y yo pusimos, una señora dijo que ya no lo hacían así hasta donde ella sabía. El caso es que no sabían mal, aunque no me aficionaría a ellos.

Los postres por lo regular no suelen ser muy dulces, porque de nuevo se tiene que tener un balance en el sabor y en muchas de las ocasiones les ponen sal.
Los postres más comunes están elaborados a base de arroz, coco, leche de coco y azúcar.

Existe el típico mango con arroz que gusta mucho a los extranjeros. Tienen un postre que cocinan dentro de cañas de bambú sobre las brazas. Rellenan el hueco con arroz y diferentes cosas como castañas, una especie de camote y otras cosas. A mi solo me gusta lo del principio, porque cuanto mas vas al fondo, ya solo sabe a arroz apelmazado.

Las bebidas que se venden y se toman mas por la calle son bebidas de frutas tipo frappé, jugos, agua de coco (cocos de diferentes tamaños), te y café.
El jugo más famoso y que no puedes dejar de probar es el de mandarina, porque en muchos lugares lo están exprimiendo al momento, así que su sabor es increíble, además de que como todas las frutas aquí, es mucho más dulce que en México.
El agua de coco, la de unos cocos chiquitos es especialmente rica y diferente, igualmente muy dulce.
Aunque se toman de todo tipo de tés, el famoso té tailandés es el Cha yen. Es una bebida que lleva leche, muy dulce y que lo hacen dando un show, pues lo dejan caer desde lo alto de un recipiente, a otro mas abajo. Mientras cae, como que se espesa y el espectáculo es muy colorido. Claro que también existen las versiones de paquete que se venden en supermercados.
El café callejero es de lo más bueno, solo que de nuevo si no especificas que tan dulce lo quieres, será muy dulce.

Para hacer notoria una gran diferencia con la manera en que nos comportamos en otros lugares del mundo, aquí en Asia y en Tailandia la gente no busca ser individualista, se sienten bien de pertenecer a una sociedad. Les gusta vivir rodeados de gente, del calor humano que los occidentales mas bien evitamos.


Se ven muy contentos y cómodos todos juntos aunque no se conozcan y rápidamente te invitan a compartir aún sin conocerte, cosa que contrasta enormemente con otros países.
Aquí si no quieres estar solo o sola, con acudir a algún evento, lugar o restaurante, encontraras enseguida que te invitan a compartir.
Ejemplo de esto, fue un día que llegue tarde y sola de un paseo con una amiga, baje en el muelle que esta a unos kilómetros de mi casa y como llovía mucho, tuve que esperar un buen rato. Como los taxistas de motos que suelen juntarse allí a jugar a la pelota o juegos de mesa ya me conocen y nos saludamos, me invitaban a sentarme con ellos y beberme una cerveza o un poco de whiskey tailandés. No lo hice porque mi tai es muy pobre y ya era tarde para llegar a mi casa, así que decidí tomar un regaderazo callejero, porque se veía que no pararía de llover.

Sanuk












lunes, octubre 29, 2007

Bangkok y el Budismo al Amanecer

Muy temprano, alrededor de las 6:30 de la mañana, por las calles de Bangkok aparecen por todos lados monjes budistas envueltos en sus túnicas color azafrán.



Caminan a veces en forma pausada y a veces no tan pausadamente, descalzos y con sus vasijas al frente. Esta es la hora en que salen a recolectar sus alimentos para el día.
Se supone que deben vivir de la caridad y en la antigüedad me platicaba una tailandesa, tenían que ir tocando de puerta en puerta mendigando por el alimento, ya que el budismo llevado correctamente es totalmente opuesto al materialismo. Los monjes no deben manejar dinero en su día a día.
Con el tiempo todo se ha ido deformando y como toda religión, aunque esta parezca más espiritual que otras, ya ha perdido mucho. Se ha convertido en otra religión enfocada al dinero y el negocio.
Me mencionaba una amiga tailandesa que ellos los budistas están desilusionados de lo que ha sucedido con su religión en los últimos anos.


Yo vivo a solo unas cuadras de un mercado con sus típicos puestos sobre las banquetas o aceras. Estos puestos a estas horas de la mañana tienen un encanto un tanto diferente. La gente esta fresca y como recién comienza la actividad, se puede observar como van preparando sus anafres, estufas y demás utensilios requeridos para la elaboración de alimentos.
La mayoría de las personas muestran una especie de condescendencia y espiritualidad para con estos monjes que salen a recibir sus alimentos. Yo he salido tres veces a observar este fenómeno y esta ultima semana en que tuvimos de visita a nuestros buenos y queridos amigos Charo y Darío, al igual que hice con Adriana, me los lleve a ver este espectáculo. En esta ocasión si tome las fotos que he deseado tomar desde que llegué y que sentía incomodarían a estos monjes. Efectivamente no fue muy fácil hacerlo porque a la mayoría no les gusta. Además de eso, se están moviendo constantemente. Mientras esto ocurre, muchas personas se arrodillan a recibir bendiciones.


En su vestir nunca hay notoria diferencia, aunque en sus vasijas si pues notas la diferencia en “calidades” entre ellas. Si los encuentras a otras horas del día, siempre llevan sandalias aunque a esas horas tempranas ninguno las lleva.
También me contaban con tristeza que parece que algunos de estos que yo supondría monjes, pueden no serlo. Se disfrazan para mendigar y les es más sencillo porque ahora está organizado cerca de mercados o comercios.
Lo único que me hace pensar que el espectáculo que yo tengo donde vivo no esta infiltrado por estos falsos monjes, es que vivo en un barrio muy tailandés, además de que con tres veces que he observado esto, he reconocido la mayoría de sus caras.
Por ejemplo, hay un hombre mayor que aparece en algunas de las fotos y que se para siempre junto al mismo puesto. Esto es en la entrada del mercado y en medio de lo que seria la banqueta o acera donde se montan estos puestos callejeros.
No cuesta mucho llegar a la conclusión de que es el monje más importante de estos que salen a recolectar por aquí. Su actitud siempre es vigilante y no confiada, no como algún otro monje en el que solo se ve una cara placida sin preocupaciones de vigilar nada que no sea su propio ser. Este monje mayor y otro, son los que reparten a mansalva bendiciones a quien se los solicita.


Este día fue algo diferente a otros porque fue el festival de comida vegetariana, entonces se veía en uno de los puestos ya preparados platos con alimentos para comprarlos y evitar el problema de pensar que regalar a monjes u otras personas.



Normalmente estos alimentos los sirven en bolsas o utensilios de plástico para facilitar su transporte. Los monjes lo van poniendo todo en sus vasijas que tienen tapa.
Yo en una ocasión compre algo de fruta y la regale a alguno de ellos, pero como se me terminó y me encontré con otro monje a mi lado poniendo cara de dame algo, saque un billete que no despreció. Esto sucedió la primera vez que salí a verlos. Además de ser mi primera salida, también fue mi primera desilusión.
Mientras estos monjes no gustaban mucho de mis fotos, las personas del mercado que comenzaban a elaborar sus alimentos, hasta disfrutaron posando para éstas.
Como toda ciudad mundana y cosmopolita, no faltan aquellos transeúntes que solo pasan y ni se detienen a mirar a sus monjes.
Pero esta vez también tuvimos la suerte de ver una familia de tres miembros que se pararon en una esquina a esperar algo en especial. Se mantuvieron en firmes por un buen rato, pero finalmente ya no vimos el porqué.
Parece mentira pero a estas tempranas horas de la mañana las peluquerías ya están alisando el cabello de alguna mujer. Aquí las tailandesas en su gran mayoría llevan el cabello mas lacio de lo que lo tienen y acuden al salón de belleza con mucha frecuencia.
Finalmente observar este espectáculo a esta hora madrugadora, es interesante y vale la pena.

viernes, octubre 19, 2007

¿Y a dónde vamos?

Algunos pensamientos de nuestro hijo Marcel bastante relacionados con las experiencias de meditación Vipassana de los ultimos meses:

Confucio dijo que “el viaje de mil kilómetros comienza con el primer paso”, a lo que hoy me pregunto si en verdad el más largo de los viajes no comenzará y terminará sin dar siquiera un paso. Al manejar la carretera México-Toluca me burlo a mis adentros ante el límite de velocidad: 80km/h. El velocímetro de un coche promedio marca como velocidad máxima unos 180 km/h. ¿Es esto rápido o lento? Después pienso, si acaso no importa la velocidad a la que viajo, sino hacia donde me dirijo. Claro, me dirijo al supermercado, pero y mi vida; ¿hacia donde me desplazo en el plano interno de mi existencia? Después miro a mí alrededor. Es conocimiento general que un jet viaja a unos 800km/h, una nave espacial a 28,000, y así, mientras el ser humano conquista la velocidad y sueña con viajar algún día a la velocidad de la luz (tal vez más rápido), ¿acaso sabemos adonde vamos? Esta pregunta no es novedosa, Henry Miller se lo cuestionó hace casi medio siglo, y los maestros Zen, hace tal vez más de dos milenios. También se lo preguntaron todos los grandes profetas; pensamiento que la mayoría abandonaron durante el transcurso de su proselitismo, al darse cuenta que para la mayor parte de la gente la distancia tangible resulta más interesante que la profundidad psíquica. Tal vez el conocimiento del mundo externo es menos peligroso que el del mundo interno. La respuesta es incierta. Lo que puedo decir con certeza es que vivimos en una sociedad obsesionada por conocer el mundo exterior, micro y macro. El microscopio electrónico es capaz de enfocar un solo átomo y el telescopio Hubble divisa las galaxias más lejanas. Mientras tanto, la respuesta a las preguntas existenciales se encuentra más cerca y a mayor disponibilidad de la gente. No es cuestión de un mayor entendimiento del cerebro humano, ni de vislumbrar el secreto de las sinapsis del cerebro. No se requiere una gran inversión monetaria ni destreza para manejar herramienta compleja. La pregunta es más abierta y más cercana a casa.

Entro a cualquier librería, y en el gran anaquel de “autoayuda” encuentro cientos o miles de libros con títulos de recetas de cocina escritos por psicólogos, padres de familia, sectarios, y demás “conocedores de los secretos del alma”, que junto a sus nombres llevan implícitamente escrito el nombre de marcas populares de chocolate casero. Al hojearlos me doy cuenta que los títulos y los nombres no están tan lejos del contenido de los mismos. Un escritor se preocupa por encontrar productos lácteos extraviados, otra se pregunta si tal vez la respuesta al misterio de la existencia humana se encuentra en una dieta saludable, vegetariana y orgánica. Entonces me río otra vez pensando si acaso estos escritores, bajos en calorías, nos creen tan limitados como para comparar nuestras máximas aspiraciones con una rebanada de queso gruyère. Más allá de los constructos superficiales me pregunto: ¿La solución de la vida se encuentra a siete pasos (volviéndome yo en el camino una persona altamente efectiva)? Como lo dije antes, tal vez se encuentre aquí mismo. Aquí y ahora, ¿porque el allá y el antes, acaso existen más allá del aquí y del ahora? Entonces sigue la pregunta: ¿Cómo plantear hoy cuestionamientos serios de la existencia y contenido psíquico profundo del ser humano sin sonar a dulces empalagosos ni a advertencias dietéticas?

Como respuesta a mi pregunta original surgen más y más preguntas, y ninguna respuesta. ¿Mirando el mundo desde la orilla del abismo existencial, es más peligroso saltar hacia lo desconocido y correr el peligro de caer eternamente o de estamparse contra un subsuelo duro y real, o dar media vuelta y correr despavorido en la dirección contraria? En mi caso, creo que la única solución es saltar hacia adentro, desdoblarme y regresar cual espiral inquisitiva al origen desde el cual partí. Sólo entonces, propongo, podemos aspirar a saber más acerca de lo que queremos. Es fácil para muchos afirmar que deseamos lo que queremos, pero ¿sabemos si en realidad queremos lo que deseamos? Tal vez para algunos la incertidumbre confortable resulte más fácil de aceptar que una certeza a veces dura, que acompaña al conocimiento de lo deseado. Sin embargo, consumimos grandes cantidades de energía psíquica en ese constante engaño, en la mentira de vivir una vida aceptable en vez de vivir una vida deseada. Propongo la necesidad de un viaje hacia adentro para zarpar hacia afuera. Propongo que tal vez al saber ver lo que nos constituye, lo que nos impele, esa espiral bidimensional inquisitiva pase a un plano tridimensional, convirtiéndose en el resorte que nos impulse hacia una vida externa más grata, una mayor visión del camino, y de ese viaje, el cual ahora sí podemos comenzar con un primer paso, porque conocemos nuestro deseo. Entonces, como una caminata dominical y a la vez como una aventura, recogemos ancla, izamos velas y navegamos viento en popa más allá de lo que divisamos en nuestro horizonte.

Marcel Ventosa

lunes, octubre 15, 2007

Vipassana - Final

En la etapa de Samadhi de la que explique ya varias cosas, seguimos haciendo ejercicios y ahora puedes recorrer tu cuerpo en pares.
Esto quiere decir que de nuevo mentalmente de arriba hacia abajo comenzando con la cara, cabeza, hombros y brazos, hasta llegar a los dedos de los pies. Vuelves a subir y finalizas en la cara.

Si esto lo vas haciendo correctamente, quizá empezarás a experimentar menos sankaras y puedes pasar a recorrer la medula espinal concentrándote en si hay impedimentos o no, de manera que sientas que fluye la energía.
Se tiene la sensación y es individual, de que la energía puede correr libremente por ésta. Si no ocurre así, entonces regresas a los ejercicios anteriores.
Pero si haciendo esto, logras tener la sensación de que la energía corre libremente, pasarás a imaginar que derramas un vaso de agua fría encima de tu cabeza. Con esto tendrás una sensación de liberación.
Concéntrate en sentir como esta agua se desliza por tu cuerpo desde tu cabeza .

Esto será la parte final del método en ésta etapa primaria que es la que yo experimenté, no debe ser utilizada como una meta continua y presionarte mentalmente para que ocurra con cada meditación.
¿Porque no debes hacerlo? Porque no se llega a una meta tan compleja como el Nibbana (Nirvana) con solo mentalizarte de esta forma. Es todo un proceso de trabajo y de continuar avanzando bajo la dirección de personas altamente calificadas para que te guíen.

Esta parte (que yo todavía no experimento) va acompañada de sensaciones físicas que surgen y pasan. Se refiere a la aparente solidificación del cuerpo y mente que se disuelve donde se experimenta la realidad final de la materia, mente y formaciones mentales. Todo se volverá vibraciones, oscilaciones, que vienen y van muy rápidamente. Entonces experimentando esto diremos según palabras de El Buda: "el mundo completo arde en llamas, el mundo entero va hacia arriba en forma de humo, el mundo entero se quema, el mundo entero vibra".

Para lograr esta etapa de disolución (bhanga), el meditador solo necesita desarrollar la atención y la ecuanimidad. Justo como lo haría un científico observando como aumenta la imagen bajo un microscopio. Porque desarrollando atención y ecuanimidad, se creará el hábito de observar estas realidades tan sutiles.
Esto será realmente placentero, porque comenzará a desaparecer toda clase de dolores, todas las partes sin sensación habrán desaparecido.

El Buda lo describía así: "Siempre que ocurra una de estas experiencias
del proceso mental de surgir y desaparecer
el experimentará felicidad absoluta, gozo, placer.
El alcanza una sabiduría inmortal eterna.

Lograr esto no implica que ahora tendremos una actitud indiferente, insensible o cruel, por el simple hecho de haber logrado nuestra propia liberación y que por eso no nos importaran los demás. Al contrario porque ahora al tener una ecuanimidad real la podríamos llamar "Bendita o sagrada indiferencia". Es una cualidad dinámica, una expresión de mente pura.

Cuando liberas tu mente de reacciones ciegas, por primera vez ésta actuará de forma más positiva, creativa, productiva y en beneficio tuyo y de los demás.
Con esta ecuanimidad, mas bien surgirán otras cosas como una mente pura, buenos deseos, buscando el beneficio de otros sin esperar nada a cambio.

Panna.- En Panna se comienza a experimentar la sabiduría.
Esta para mi será la parte mas difícil de explicar porque no es transmisible, quizás porque la sabiduría de cada uno de nosotros es individual.
Para mi significó comprender cosas en las que me pase estos 10 días pensando, analizando y recapitulando sobre mi vida personal.
Cosas que quizás antes de entrar al curso me hacían sentir angustia y en esos momentos sentí que se iban, que me dejaban paz y con felicidad.
Sentí que entendía el porque de muchas de las cosas que me han pasado, me pasan y quizás como poder manejar otras para el futuro. Entendí con mucha claridad lo mucho que fantaseamos con nuestras vidas y expectativas sobre ellas.

Esto no quiere decir que regresé a mi casa y mi vida cambió un cien por ciento, porque creo que me hubiera sentido peor que cuando comencé, además de que no es lo que yo esperaba.
Llegué un poco como sintiéndome en una película (como otras veces me ha sucedido en la vida y quizás a ustedes también), como si lo que estas haciendo no fuera real y se terminara de rodar la película.
Me sentía lenta, tranquila y con ganas de comentar estas mis experiencias con mi familia, amigos y amigas. Tenía una sensación como cuando hace años jugaba juegos de competencia y logras derrotar al contrincante en un juego bien limpio y bonito para ambas.

Así comenzaron a pasar días, semanas y ahora más de un mes.
Sigo meditando aunque solo logro hacerlo por media hora o una hora a lo mucho, porque hay cosas que hacer y tampoco me he vuelto una meditadora profunda.
No pienso forzar nada, me gusta la naturalidad y la meditación Vipassana me encantó, pero no se si volveré a tomar otro curso tan largo.

Por ahora no quiero pensar en ello, pero me siento bien y aunque se que también otras cosas han influido en ello, me ayudó mucho este curso.
Tal vez me gustaría experimentar otro tipo de meditación para tener un punto de comparación con otras técnicas. Porque estando en Asia, donde posiblemente nos quedaremos unos años, hay muchas oportunidades por todos lados.

Aunque algunas escuelas en India se dice están ya muy desprestigiadas, me gustaría ir a alguna allí. Hay cursos de un mes sin tantas restricciones y como tengo una amiga que acaba de ir, cuando regrese que será probablemente hasta diciembre, pienso hacerle muchas preguntas.
Si me parece que lo que me cuente merece la pena, escribiré algo al respecto.

Sanuk.

viernes, octubre 05, 2007

Vipassana - Samadhi

"El Buda" aconsejó varios remedios y técnicas de concentración mental, cada una hecha a la medida de diferentes personas que acudían a él para ser entrenados.
Pero como la mayoría de nosotros no podemos acudir a algún Buda, lo que se nos aconsejará es utilizar este método que fue el que el mismo Buda utilizó para él mismo.
O sea concentración en la respiración.

Esta etapa será la de Samadhi._ Concentración para control de tu mente, el entrenamiento de esta.

Para continuar haciéndolo nosotros mismos, te aconsejan tratar siempre de hacerlo en un lugar callado, donde haya poca o nada de distracción. De esta manera se logrará con mas facilidad.
Nunca enfocarnos a pensar que esto es un ejercicio de respiración porque no lo es. Es un ejercicio para mantenernos concentrados pero conscientes.
Como meditadores tendremos que admitir lo difícil que resulta hacer esto. Porque en cuanto tratamos de mantener la atención en la respiración empezaremos a preocuparnos por dolor en las piernas y en cuanto tratemos de alejar toda distracción, millones de cosas nos vendrán a la mente como les dije que me sucedió constantemente. Serán cosas como: recuerdos, planes, deseos, miedos.
Algunas de estas cosas atraparán nuestra atención y entonces nos daremos cuenta de que nos hemos olvidado por completo de la respiración.
Volveremos a concentrarnos y se repetirá la misma secuencia, porque el entrenamiento no es fácil, hay que dominar la mente.
Esto nos hará darnos cuenta de que poco control tenemos sobre estas nuestras mentes. Pareceremos niños consentidos escogiendo un juguete del que rápidamente se aburre y coge otro.

Este es el hábito en el que se encuentra nuestra mente y lo que ha venido haciendo durante toda nuestra vida. Pero una vez que comencemos a investigar nuestra verdadera naturaleza, este saltar continuo debe detenerse. Debemos cambiar este patrón de comportamiento para sustituirlo con una constante realidad y así mantenerla.

De esta forma estaremos fallando y volviendo a intentar, siempre tratando de mantener calma sin ninguna tensión y sin disgustarnos cuando no resulta.
Hay que hacerlo así porque el hábito contrario lo hemos estado manteniendo durante toda la vida y es por eso que no será fácil erradicarlo. Repitiendo continuamente es como lograremos este mantener la realidad. Esta es la forma correcta.
Nuestro sufrimiento viene de la ignorancia, reaccionamos así porque no conocemos nuestra realidad. La mente pierde la mayoría del tiempo perdida en nuestras propias fantasía e irrealidades. Reviviendo experiencias placenteras y no placenteras, anticipando el futuro con coraje o miedo.
De esta manera perdemos el momento que vivimos ahora, porque no podemos vivir en el pasado, este ya se ha ido. Tampoco en el futuro porque se encuentra mas allá de lo que podemos pretender ahora.

Si continuamos ignorando nuestras acciones presentes, estamos condenados a repetir los mismos errores del pasado y nunca tendremos éxito logrando nuestros sueños futuros.
Pero si aprendemos a mantenernos alertas y atentos de nuestro momento presente, podremos utilizar el pasado como guía para el futuro y así lograr nuestras metas.
Dhamma es el camino del aquí y ahora. Anapana-sati, quiere decir: atento a la respiración.
Otra razón para continuar desarrollando la atención en nuestra respiración será el deseo de experimentar la realidad final. Enfocándonos en ella, exploraremos cosas de nosotros mismos que desconocemos y los traeremos de la inconsciencia a la consciencia, porque la respiración funciona estando consientes o no.
Podemos hacer que nuestra respiración sea de diferentes formas e incluso detenerla por un periodo de tiempo pero aun cuando decidimos ya no controlarla, esta continuará sin nuestro esfuerzo.

Mientras esto ocurre cuando podemos controlar esta, comenzaremos a enfocarnos en la parte alta de nuestra cabeza para ir recorriendo nuestro cuerpo de arriba abajo, en orden, tratando de no olvidar ninguna parte del cuerpo. Recorreremos cara, brazos, manos, tórax, espalda, cuello, piernas, pies, etc. Si algo se olvida, regresaremos a este punto. Luego continuaremos de abajo hacia arriba. No es cuestión de hacerlo rápido ni lentísimo, solamente tomar un tiempo relajado para no dejar partes sin visitar mentalmente.
Conforme hacemos esto, tendremos diferentes sensaciones por diferentes partes del cuerpo y cuando esto ocurra, hay que ira allí y no forzar a que terminen ni a que duren, solo observarlas. Veremos como vienen y desaparecen. Algunas veces saldrán en varios lugares al mismo tiempo y no debemos perder la calma. Sabemos que estos son Sankharas (la reacción de la mente condicionada).
Cuando dejamos de sentir estos Sankharas, seguiremos con el ejercicio una y otra vez hasta hacerlo de forma sistemática.

"El Buda" describió cuatro tipos de esfuerzo correcto:

- Impedir que surja el mal y los estados perniciosos o malsanos.
- Abandonarlos si es que se presentan.
- Generar estados saludables que todavía no existen.
- Mantenerlos sin fallar propiciando que se desarrollen y alcancen crecimiento total y perfección.

Recuerden que no soy maestra de Vipassana y solo estoy compartiendo mis experiencias y conocimiento básico en esto. Solo he estado en un curso de 10 días.
Para escribir y definir los pasos técnicamente hablando, me estoy apoyando en el libro que compré después del curso y que recomiendo mucho.
Creo que no hay traducción al español, pero no estoy segura porque aquí en Asia parece ser que nadie lo ha visto.
El libro se llama: "The Art Of Living" escrito por, S.N. Goenka.

viernes, septiembre 28, 2007

Meditacion vipassana, algunas precisiones.

Todos aquellos que queramos practicar Dhamma (El fenómeno de la mente; la ley natural; ley de liberación. Enseñanza de persona iluminada), tenemos que primeramente respetar el primer precepto como mencioné anteriormente. Este es sila, porque sin éste precepto no hay forma de avanzar. Sila significa abstenernos de algunas acciones tales como palabras, movimientos y en general cualquier acción que daña a otro ser vivo. Hacerlo repercute no solo en beneficio de los demás sino que el primer beneficiado eres tu mismo, porque es imposible cometer acciones poco sanas como insultar, matar, robar o violar sin generar gran agitación dentro de tu propia persona. Estos momentos de creación y desagrado de estas cosas moralmente dañinas, solo nos crean infelicidad hoy y en el futuro.

El Buda decía:
“Quemándose ahora, quemándose de aquí en adelante, el malhechor sufre doblemente.
Feliz ahora, feliz de aquí en adelante, la persona virtuosa se regocija doblemente”.

No necesitamos esperar hasta la muerte para experimentar el paraíso o el infierno, lo podemos experimentar aquí y ahora de acuerdo con nuestra propia vida.
Cuando experimentamos cosas sanas experimentamos el cielo y cuando no, el infierno (metafóricamente hablando ya que yo soy atea).
Otra razón para mantenernos en sila, es que la mente se acalle y de esta forma podernos adentrar en lo mas profundo de nuestra realidad. Es imposible ver en las profundidades de las aguas de una alberca cuando el agua es turbulenta o sucia.
Al mantenernos sin cometer acciones verbales o corporales, solo entonces la mente tendrá la oportunidad de mantenerse en una paz suficiente para entrar en el proceso de introspección. Sila no solo nos hace bien en lo particular, sino que tendrá su rebote en la sociedad que tanto lo necesita para seguir progresando en el camino de Dhamma.

Sila significa también purificar el lenguaje y esto incluye no decir mentiras, no exagerar o minimizar las verdades no contando historias que puedan enfrentar a los amigos. Hablar con palabras ofensivas, hacer chismes haciendo perder el tiempo de las personas y el tuyo propio es opuesto a lo aconsejable en esta etapa. Abstenerse de todo esto solo deja satisfacción y bienestar.

Para personas comunes y corrientes que pretendemos empezar a experimentar Dhamma, solo se nos pedirán 5 preceptos mínimos y son:
1.- Abstenerse de matar cualquier ser vivo.
2.- Abstenerse de robar.
3.- Abstenerse de conducta impropia sexualmente.
4.- Abstenerse de mentir.
5.- Abstenerse de intoxicantes.

Ya mencioné que durante el curso esto se practica como lo harían los monjes budistas en retiro. Yo desde luego regresé a mi vida normal y tengo sexo, bebo un poco, soy muy polémica y quizás verbalmente y mímicamente sigo cometiendo errores que no se si podré erradicar.
Tomando en cuenta que yo no considero inapropiados por ningún motivo los gustos sexuales diversos, mientras dos o mas personas adultas y con sus facultades mentales normales decidan lo que prefieren sexualmente, los otros preceptos referidos a robar, mentir y comportarse sexualmente en forma inapropiada al menos para mi, no han sido difíciles de seguir.

Me parece estupenda la libertad sexual que se ha logrado en los últimos decenios y creo que con Dhamma o sin ella, siempre debemos mantenernos con una mente liberal y abierta. Nunca perder los derechos y la justicia que se han ganado en este campo y que parecen no estar tanto en peligro como en otros campos en los que pareciera que volvemos en retroceso a una edad obscura tipo edad media.

Dicen los expertos en esto que si te tomas en serio la meditación vipassana y te fijas como objetivo de vida el de convertirte en un Joggi, poco a poco no tendrás apetito sexual. Yo confieso que no pretendo esto y que es un de los apegos que he disfrutado y quiero seguir disfrutando mientras se pueda.

Yo pienso utilizar este método de manera no extrema y tratando de continuar con el ejercicio de la meditación todos los días al menos durante media hora. Hacerlo me hace sentir que me purifica la mente y me da tranquilidad y ecuanimidad. También siento que me libera y me hace ver muchas realidades.

Algo que también se volverá mas extremo si logras avanzar, es la manera de comer. Te abstendrás de comer después del medio día. Los monjes budistas se supone que hacen una sola comida en la mañana o máximo dos cada día.

En cuestión materialista, también te desprenderás finalmente de todo y vivirás de la caridad. Este es otro de los preceptos que no me veo haciendo, pero sí me parece muy sano dejar de acumular y aquellos que lo hagan, compartirlo con los que tienen menos o nada. Porque el comportamiento adecuado cuando uno practica Dhamma, se supone que es trabajar para tu manutención o de aquellas personas que dependen de ti, pero no caer en los excesos. Desde luego también debe uno tratar de tener trabajos en los que mas bien ayudes a otros seres humanos y nunca los dañes, directa o indirectamente.

Ejemplo: Un soldado dirá que el no mata por placer y que todo país necesita tener protección a las agresiones normales que ocurren con los vecinos países. Que por lo tanto, el solo tiene un trabajo que en el momento que se lo ordenan y por el amor a su patria tendrá que cumplir. Pero entonces, ¿la causa justifica el daño?, ¿no somos todos seres humanos y no podemos resolver problemas sin ejércitos? Parece que no, pero yo quiero creer al igual que El Buda, que sí se puede. A más voluntad y rechazo de fuerza de la mayoría, podríamos erradicar bastante la violencia. Porque si sacrificamos un poco de lo que nos sobra a algunos, quizás no habría tantos a los que les falte todo.

Sanuk.


viernes, septiembre 21, 2007

Experiencias posteriores vipassana

Para todos los que sigan interesados voy a relatarles mas cosas de esta increíble experiencia con la meditación vipassana..........

Ahora seré mas precisa para aquellos con verdadero interés en esta meditación, porque sé que estos lectores ya lo harán con un interés preciso.
Este curso de meditación vipassana, dirigido por el maestro Goenka, se divide en tres etapas y son:

1.- Sila.- Que se refiere a la moralidad, abstención de sonido o movimientos que distraigan o agredan a tu persona o a otros.
Se refiere básicamente a los preceptos que se deben seguir como primer compromiso para poder participar en este curso. Así que como explique en mi primer relato, moralidad será solo el buen comportamiento recatado que hay que observar para no distraer a los demás. Debes vestir cubierto, con ropas amplias de preferencia y sin adornos y atendiendo a un arreglo simple.
No son demasiado exigentes y entre la gente más joven, algunas o algunos llevan ropa no muy apropiada y siempre y cuando no sea extrema, lo dejan pasar.
Eso si, nadie llevábamos adornos y algunos pocos llevábamos reloj. A mi me fue de mucha utilidad porque como les decía que me costo tanto trabajo mantenerme en posición de loto y sin moverme por largos periodos de tiempo que el echar un ojo a mi reloj que ponía en el suelo frente de mi, me daba ánimo en muchas de las ocasiones.
Desde luego este precepto debe seguirse aun después del curso en relación al buen comportamiento con los demás en todos sentidos.

2.- Samadhi.- Se refiere a la concentración para control de tu mente, o sea el entrenamiento de esta.
Esto se logra siguiendo los pasos que el maestro va indicando y desde luego que aunque cuesta mucho trabajo mantener esta concentración largo tiempo, haciendo lo que dicen vas adquiriendo esta práctica. Lo primero que debes hacer es relajarte y no presionar la mente a que haga nada. Cuanto más te presionas o te angustias, cuanto menos logras este propósito.
O sea que la regla y lo que constantemente escucharas es: “mantén tu mente tranquila y silenciosa, solo hay que observar y dejar que las cosas ocurran”.
Cuanto más tranquila esta la mente, con más facilidad comienzas a tener sensaciones y a percibir más la realidad.

3.- Panna.- Esta será la etapa de la sabiduría y tiene tres pasos a seguir:
”Suta-maya panna: sabiduría que se adquiere escuchando a otros”.
“Cita maya panna: sabiduría ganada por análisis intelectual”.
"Bhavana panna: sabiduría desarrollada por propia experiencia".

Superficialmente tenemos la creencia de que controlamos nuestro cuerpo porque se mueve y actúa de acuerdo con nuestro deseo conciente. Pero en otro nivel los órganos internos funcionan sin nuestro control y sin nuestro conocimiento. A todas las células de nuestro cuerpo le ocurren cambios químicos constantes. Estas partículas constantemente surgen y desaparecen pasando inadvertida su existencia solo como flujo de existencia.
Ésta es la última realidad del cuerpo, porque esto es el método para conseguir lo que "El Buda" descubrió hace 2 500 años.
Desde luego que antes ya mucha gente fue Buda y muchos después de "El Buda", siguen lográndolo y lo lograrán, pero nos preguntamos ¿como?.

La mayoría de nosotros conocemos tan poco de nuestra mente y desde luego nada o casi nada de como controlarla.
Por eso aún los que presumimos de hacer lo que queremos, mas bien hacemos lo que bien podemos, pero vivimos contentos con esta nuestra realidad.
Claro que no se trata de matar la hermosa fantasía que cada uno de nosotros podemos tener, ni tampoco la creatividad de aquellos que se dedican al arte que es alimento de las almas.
Pero sí se trata de no crear demasiadas fantasías que no nos permitan caminar con más decisión y firmeza por este ya muy complicado mundo nuestro.

Sobre todo cuando la vida de éste siglo XXI más que nunca nos pone a competir unos con otros y nos enfrenta como seres humanos para lograr nuestra propia satisfacción o éxito. Muchas de las veces sin respetar y pisando los derechos de otros.
Por eso también desde el principio hacen mucho énfasis en que puedes continuar con tu religión y que tú eres el único que decide sobre lo que quieres, porque no se trata de ir saltando de religión en religión, de creencia en esto a creencia en aquello, sino de no necesitar nada si así lo decides. O si también es tu deseo, continuar con tu propia religión pero sin ataduras, culpabilidades y desde luego sin Gurús, curas, rabinos, etc, y reconociendo tu realidad. Porque estas personas que dirigen las instituciones en la gran mayoría, solo buscan lo mismo que todos los seres humanos, reconocimiento, poder y dinero, herramientas perfectas para salir a conquistar el mundo.

Comienzas concentrándote en la respiración y después pasas a concentrarte en el triangulo central de tu cara, que sería desde la parte alta de la nariz, abriendo en triangulo hacia abajo, parte de las mejillas y la boca.
Es en esta parte cuando yo comencé a sentir mucha comezón en mi nariz y luego en otros puntos de la cara. Las primeras veces me rasqué, pero después te das cuenta que estas sensaciones son solo reacciones que conviene observar y dejar que esta comezón u otras sensaciones que van surgiendo salgan y desaparezcan por si solas. Esto pareciendo algo simple y tonto, te va haciendo comprender el significado de la vida. Porque las cosas en la vida, suceden, crecen, a veces parecería que no resistiremos las pruebas que se nos ponen en el camino, pero todo pasa y aunque muchas veces deja heridas, pasa.
Aquí es donde la meditación vipassana volverá a ser de gran utilidad. Ya que si aprendes correctamente esto, pasaran igualmente las cosas que deben pasarnos a cada uno de nosotros, porque como dicen en India, cada uno tiene que vivir su propio Karmma. Pero la reacción será mucho mas tranquila.

Estas sensaciones que empiezas a sentir primeramente en la cara conforme pasan los días y el método va funcionando con los diferentes cambios que se van haciendo, se extenderán hacia otras partes del cuerpo.
También te dicen que no te preocupes si tu no las sientes, o tardas más que otros, porque saldrán. Todos las tenemos y en Pali se les llama: "Sankharas". Vienen y se van y tu solo debes observarlas. Esta es la reacción mental y el acondicionamiento de ella.
En esta etapa de Sankaras debes mantener la ecuanimidad para continuar con la práctica contínua y así lograr experimentar lo que seria "Bhanga". Donde las impurezas que permanecían en el inconciente se manifestarán y saldrán a la superficie de nuestra mente manifestándose físicamente.
Es por esto que requieres de mantener ecuanimidad y calma cuando las sientes, para no crear nuevas "Sankharas". Aquí es donde se complica y por lo que se requiere de práctica continua.
Algunas de estas sensaciones serán dolorosas, no gratas. Pero igualmente habrá otras que sí lo son y no debes tampoco tratar de prolongarlas al igual que no debes huir o evitar las desagradables.
Esto ¿porque?, porque esa es la realidad, no la puedes esconder y tienes que enfrentarla. Cuando es placentera no cuesta nada y nos aferramos a ella, pero ¿que tal cuando no lo es?
Yo soy una de esas personas que aunque la vida me ha sido ciertamente placentera la mayoría de las veces y siendo yo muy hedonista, tiendo a aferrarme a lo que me da placer.

Yo hubiera dicho hasta hace muy poco que así debe ser y no se si podré cambiarlo del todo, pero lo que si empiezo a comprender es que huyo del dolor y quizás esto a mi me va muy bien, pero ¿y a los que están a mi lado? ¿A los que quiero o digo querer?
Esta es mi propia experiencia, la de ustedes puede ser totalmente diferente, pero yo hoy la voy a compartir con todos aquellos que así lo deseen y si les sirve mucho mejor.
Creo que es otro de mis placeres, me gusta complacer porque me hace sentir bien y como me gusta comunicar, es una forma de hacerlo.
Voy a continuar con este relato explicación en los próximos días y espero disfruten esta primera parte de lo que ha pasado después de mi curso y el método que seguí.

Sanuka.

miércoles, septiembre 12, 2007

Viaje a Kuala Lumpur en Malasia. Final.

Además de visitar las torres Petronas, fuimos a un lugar que presume ser el aviario cerrado más grande del mundo.
Se encuentra en un parque tipo Chapultepec o Central Park. Precioso lugar, en donde pudimos observar aves rarísimas y búhos asiáticos.
Ya verán en alguna foto, pues muchas aves andan libres, casi las puedes tocar. En el restaurante que comimos, en el balcón una de estas aves gigantes con pico tipo rinoceronte, se acercó y se fue ganando confianza de los que comían, hasta que se robó media hamburguesa de un hombre. Eso lo aprovechamos para tomar increíbles acercamientos de esta ave.
Por alguna razón desconocida para nosotros, algunas si están en jaulas. Tal vez no pueden estar juntas porque se pelearían, etc.

Sólo visitamos una mezquita que por cierto, no es nada del otro mundo. Cuando has visto las maravillas que hay al sur de España (donde se vivió parte del esplendor islámico), sólo en países árabes se pueden ver cosas similares, pero yo no he estado en ninguno. A mi me encanta, cuando al atardecer en estas ciudades musulmanas, comienzan sus cánticos y predicaciones por altavoces, son muy nostálgicos y melancólicos. Cantos que se sienten tristes en muchas de las veces.
Me tuve que disfrazar de fantasma negro para poder entrar a la mezquita, pues no iba vestida decentemente.


Es súper gracioso ver en todos los techos de todos los hoteles, en Malasia, una flecha pintada que te indica hacia donde se encuentra La Meca, para que si quieres rezar, te orientes.
Otra cosa graciosa, es la televisión, como tonta de tan inocente. Parece que estuvieras viendo programas de hace 40 años en países como México.
Les encantan las telenovelas latinoamericanas y en especial las más malas y tontas.

Sanuk

martes, septiembre 11, 2007

Viaje a Kuala Lumpur en Malasia.

KL, me gustó aunque reconozco que la ciudad de Bangkok es mucho mas rica culturalmente hablando. En KL con sólo unos días ya viste todo lo que se puede ver, no así en Bangkok. Ahora que este sabor occidental, a mi me vino muy bien, porque Bangkok es mas asiático.
Malasia pertenece a la rama de la historia del mundo Malayo, Indonesio.
Hace muy poco que se distingue su territorio de las tierras del archipiélago Malayo-Indonesio. El mundo Malayo se divide en seis estados, Malasia, Indonesia, Filipinas, Singapur, Brunei y Timor del Este.
Geográficamente, Malasia se encuentra entre las grandes civilizaciones. Al Oeste, La India Hinduista, el Islamismo del Medio Oriente y la Europa Cristiana. Al Noreste, China y Japón.

Esto hizo de Malasia una ruta importante culturalmente hablando. Estuvo dominada por la cultura Hinduista y luego por la Islámica en el siglo X, donde se convirtió la mayoría de su población.
Después fue colonizada, primero por portugueses, después por holandeses y finalmente por británicos.
La dominación Europea fue el evento mas desafortunado para su formación, por muchos problemas que no voy a mencionar, pues se haría muy larga mi historia que pretende ser breve.
La dominación inglesa duro un poco más de 100 años y sólo hasta 1957, Malasia se independizó. Así que este año 2007, habrá muchas fiestas y cosas para la celebración de sus sólo 50 años libres.

Durante la dominación inglesa y durante la segunda guerra mundial, Japón invadió a Malasia igualmente que al resto de países asiáticos (incluyendo Tailandia).
Todo esto finalmente hace de Malasia un país multirracial. Por eso se ve gente de todo tipo y de muchísimas nacionalidades.
Como ejemplo: un día que compramos una narguile, en un lugar en el que también elaboran aceites y perfumes con maderas, esencias, etc., en la tienda pequeñita y en sólo media hora que estuvimos allí, conocimos a un cliente que venia de Kuwait, otro de algún país asiático, nosotros de México y el dueño de la tienda, de Bosnia. Con este Bosnio yo tuve algo de intercambio cultural pues fui sola a su tienda antes de que Juan viniera para hacer la compra final. Este hombre había vivido en España (país que le fascina), después en Turquía y finalmente en Malasia. Soltero y ya como de mi edad, con apariencia de querer encontrar pareja.
Hablaba árabe, el bahasa o malayo, el idioma de Bosnia y apenas un poco de inglés.

El hombre de Kuwait le recomendó a Juan que para hablar bien un idioma hay que tener novia del lugar, ¿como ven?, yo le dije, no está mal, sólo que yo también puedo tener novio, ¿no crees?
Creo que se lo tomó a broma, pues estos musulmanes suelen tener más de una mujer y todos contentos. Sólo que no aplican la misma regla para sus mujeres.

Sólo en Malasia hemos leído una noticia en el periódico que dice así: Hombre Indio (de India), se convierte al Islam y se casa con dos mujeres, pero tendrá que mantener a tres porque su esposa india no quiere convertirse y le pide el divorcio.
Decíamos con Juan, que nos da la impresión de que muchos hombres se cambian al Islam por esto. Además que las pensiones aquí son muy bajas, por las cifras que ponían en el periódico. Creo que si el Islam sigue prosperando, habrá pocos hombres que quieran compartir con mujeres modernas.

Se come rico en KL y eso si, como los islámicos no beben alcohol, no se ven borrachos nunca y en muchos lugares no te sirven alcohol.
La mayoría de los que si bebemos, bebemos cerveza.
Tienen antros, pero no como aquí en Bangkok. La vida de noche se ve más sana y no tan divertida. Contrastantemente, se siente uno mas seguro en Bangkok que en cualquier lugar malayo, son mas tranzas estos malayos.

Me apantalla ver a las niñas desde chiquitas en sus túnicas, ya que con este calor yo me derrito casi desnuda y ellas tan frescas que se ven (lo poco que puedes ver). Algunas van todas cubiertas de la cara y sólo se ven los ojitos, que, a propósito, muchas de las veces son mas sensuales que nada. Se sienten más coquetas aun cubiertas que las tailandesas que tienen fama de serlo y no tienen que ir tan cubiertas.

KL al igual que Penang, son ciudades con sus partes muy antiguas y tradicionales y su crecimiento moderno muy veloz.
Es impresionante ver la cantidad de edificios modernos, altos y con arquitectura (la mayoría) muy buena e interesante. Muestra de ello, son las famosas "Torres Petronas".
Se terminaron de construir en 1996, son las torres gemelas mas altas del mundo. Pero esto que desde luego impresiona al igual que las ya no existentes en NY, son preciosas.

Tienen una construcción increíblemente original, con toda la influencia musulmana. Lo triste es que aquí, nada más te dejan subir al puente que une a las dos torres.
De todas formas se disfruta mucho viendo la ciudad desde esta ya muy elevada altura.
Al lado de estas torres, hay un centro comercial impresionante por su tamano. Hay otro centro comercial que aunque no tan moderno, si de tamano impresionante también, como los que hay aquí en Bangkok. Aquí en Asia todo se construye a lo bestia, ya que el consumismo es impresionante. Las marcas, las joyas, los coches, etc., KL no es la excepción.

Continuará....



lunes, septiembre 03, 2007

Experiencia de Meditación Vipassana en Tailandia - Final.

El maestro Goenka nació en Burma, de origen Indio y en una familia con negocios y mucha riqueza. Después de varios anos de manejar e incrementar su fortuna, comenzó con migrañas y teniendo los recursos económicos para hacerlo, recorrió el mundo en busca de ayuda. Se hizo adicto a la morfina para controlar sus dolores y poder seguir llevando el mismo tren de vida de negocios que llevaba. Se encontró con un amigo (otro gran maestro Vipassana), que le pidió accediera a probar este método, metiéndose 10 días al curso.
Al término de este, sus dolores habían desaparecido y por terapia continuó ejercitándose. Decidió ir a India y se pasó allí como 14 años perfeccionando esta técnica más y más.
Regresó a Burma y un tiempo después, su mamá que vivía en India enfermó. Él decide regresar a India para enseñarle a meditar a su madre. Algunos miembros de familia y amigos se unen para probar también y ante los resultados benéficos para la mayoría, no dejaba de tener demanda de más cursos. Cuando menos lo pensó, se pasaba la vida impartiéndolos.

De manera que pasa algún tiempo entre Burma e India y se le ocurre un proyecto: crear un centro de meditación vipassana en Burma, donde la estancia y el curso resulten totalmente gratuitos (como son en todo el mundo ahora).
Sus amigos le dijeron: "En un país como éste, donde hay tantas necesidades, todo mundo vendrá y te iras a la banca rota. Pero cuando uno va 10 días y prueba esto, si no vas con el propósito de aprender, más te vale pedir limosna en la calle, este lugar no es precisamente un refugio.
El resultado de este proyecto es que hoy en día, este maestro es reconocido a nivel mundial y ha dado conferencias para las Naciones Unidas y entidades de este tipo. Es invitado constantemente y si alguno de uds. lo quiere escuchar, métanse a google y pongan: meditación vipassana, maestro Goenka.
Existen centros Dharma (el nombre para reconocerlos), por todo el mundo y hay que ponerse en lista, llenar solicitud y esperar a que lo acepten a uno.
Un centro muy solicitado en el que se hacen colas sobre todo en verano, es en Francia.
Al finalizar el curso me parece que ninguno de nosotros dejo de dar alguna donación y muchas personas, sacaban tarjetas de crédito para aportar ayudas extras para que estos centros se sigan construyendo por todo el mundo.
En México el único que existe, está en Valle de Bravo y por estar tan lejos de Asia, no se encontraba entre los que nos mostraron en fotos. Por aquí se habla mucho de los que hay en India, en Australia, Alemania, Francia, Nepal, Tailandia, Burma, etc, etc., sobre todo Europa y Asia. También hay en Canadá y EU, varios en varios estados, pero no se si hay en Latino América.

El ultimo día en que ya pudimos hablar, después de superar mi atontamiento y hacer un par de llamadas solamente, empecé a platicar con mis compañeros hombres y mujeres y les digo que el lugar se llena de una vibra tan positiva, que empiezas a sentirte muy feliz y no sabes porqué (al menos yo), que todavía me preguntaba: ¿como le hice?, estuvo pesadísimo!, que bueno que terminó!
Entonces en el autobús de regreso, donde en esta ocasión preferí la compañía de los asiáticos (de todas formas occidentales solo eramos 12, cinco hombres y tres mujeres), mi plática fue mucho menos pero más enriquecedora, con un maestro de yoga, con una mujer de Burma y con la primera persona que hablé al llegar, la mujer de Singapur.
Había en el curso cuatro o cinco jovencitas de apenas entre 17 y 22 anos de edad (que por ser asiáticas, se veían más jóvenes todavía). Una de ellas, tenia una expresión que no puedo explicar, de paz, serenidad y felicidad. A su corta edad, había tomado este curso 10 veces.

Cada día hay más gente interesada en aprender esta técnica y creo que si esto ocurre así, quizás podremos aspirar a una mejor vida en este mundo. Porque con esta técnica, lo mas bonito que te va sucediendo, es una sensación de armonía, no violencia de ningún tipo y compasión hacia cualquier ser vivo sobre este nuestro ya tan deteriorado planeta.
Desde luego suena muy utópico, pero, me pregunto: "algo que solo puede traerte cosas positivas, no vale la pena intentarlo?". Que son 10 días de toda una vida llena de ruido y en la que perdemos mucho tiempo como las hormigas, solo acumulando, corriendo, pisando todo lo que nos estorba al pasar, porque siempre tenemos prisa, prisa, prisa, para que?, para que el tiempo corra rápido y alcancemos finalmente la muerte?.
Hoy veo con un poco de mas claridad lo absurdo de la realidad en este mundo y mas que nunca admiro a aquellas personas que pueden vivir al margen del sistema.

Quiero terminar este relato que espero no los haya cansado mucho, con un fragmento de un poema de un poeta al que he admirado siempre y que define un modo de ver y vivir, que solo puede ser calificado como Dharma, Vipassana. Algunos de uds., seguramente ya lo conocen.......

Ser en la vida romero.
Romero solo que pasa siempre por caminos nuevos.
Ser en la vida romero, sin otro oficio, sin otro nombre y sin pueblo.

Ser en la vida romero, romero solo romero.
Que no hagan callo las cosas, ni en el alma ni en el cuerpo.
Pasar por todo una vez, una vez solo y ligero.

Que no se acostumbre el pie, a pisar el mismo suelo.
Ni en el tablao de la farsa, ni en la losa de los Templos.
Para que nunca recemos como el sacristán los rezos.
Ni como el cómico viejo digamos los versos.

Que no hagan callo las cosas, ni en el alma, ni en el cuerpo.
Pasar por todo una vez, una vez solo y ligero.

LEON FELIPE.

Sean Felices.



domingo, septiembre 02, 2007

Experiencia de Meditación Vipassana en Tailandia - La primera meditación.

Observé con detenimiento por casi una hora el comportamiento de las hormigas, e inmediatamente lo relacioné con el comportamiento de nosotros los seres humanos (que nos suponemos pensantes). Estos animalitos con caras nada amistosas, se mueven todo el tiempo y pareciera que no llevan un rumbo definido en nada de lo que hacen. Van tan de prisa, que pasan por encima de otras hormigas si estas se ponen en su camino. El único propósito que se percibe es que tienen afán de recolectar todo, comida, objetos, etc., con el único propósito de acumular, ya que en un lugar como este, difícilmente les faltaría lo indispensable. Pero como es su naturaleza, no ven la diferencia entre vivir en este lugar en el que se respeta todo ser vivo y se le cuida y el vivir en una casa común y corriente, en donde como la mía, andamos tratando de evitar que entren. Pero si lo logran, muchas morirán.

Casi siempre están amontonadas y van a todos lados juntas, pero no se ven satisfechas ni relajadas nunca. Creo que por algo los dichos, como: "Tiene mente de hormiga", "Trabaja como hormiga" y en la forma de vivir moderna: "Se vive como en hormigueros" son acertados por las similitudes que tenemos con ellas. A mi me dieron sensación de angustia.

En cambio observar las mariposas, me hizo sentir tan bien, porque vuelan de flor en flor, se posan el tiempo que se les antoja, chupan de su miel y revolotean como si no les importara tanto cómo pasa el tiempo. Por esto me dije: Si tuvieras que escoger revivir en alguno de estos bichos, ¿cual prefieres? y yo reconociendo mi hedonismo, escojo ser mariposa sin lugar a dudas.

Mi primera meditación:

Como les mencioné, fue a las 4:30 a.m. del primer día que amanecí en el lugar.
En medio de este sitio y como lugar principal en el centro, hay una especie de auditorio-templo que corona su tejado con una estupa dorada como las que coronan los templos aquí en Tailandia. Este lugar esta orientado al Oeste (esto lo comprobé con mi reloj que llevaba con brújula).
Los dormitorios de mujeres, apuntaban al norte y los de hombres, al sur.
Por su orientación, aunque con techos muy altos y una especie de ventiladores o extractores de tipo industrial en el techo de este recinto llamado el Dharma Hall, es que había momentos que el calor era exagerado. También había ventiladores, pero solo se prendían si los profesores lo solicitaban.
Dentro de este recinto, todo muy confortable, sonido perfecto y al frente de todos nosotros (entre 60 y 70 personas), los maestros, sentados sobre unos taburetes que se encuentran elevados para poder ser vistos por todos. Ellos desde luego en su posición de loto, como todos nosotros.
Esta pareja de tailandeses con una mirada, comportamiento y caminar plácido y silencioso, llaman la atención al igual que mi persona, pero de distinta forma, ya que la encargada de mi dormitorio, me pidió tratara de caminar mas suave, pues mi caminar es demasiado firme y por lo mismo genera movimiento. Otra cosa que reconocí de mí.

Este día comenzó todo con unos cantos védicos en pali, para introducirnos y acercarnos a los orígenes. A mi me gustaron tanto, que compre unos Cd´s al finalizar el curso.
Se nos pidió en la grabación repetirlos y todos lo intentamos (aunque no era muy fácil de hacer para algunos de nosotros).
Después en las explicaciones de noche tras noche con el Sr. Goenka, nos fue explicando su significado. Son frases védicas llenas de sabiduría que solía repetir Gautama (El Buda). Junto con todo esto y la típica explicación de lo que hacíamos día con día, el porqué, lo que sucedería y se esperaba de nosotros al día siguiente. Con ello nos contaba unas historias muy amenas, muchas de estas con significados metafóricos interesantísimos. Los finales siempre encantadores, el maestro los terminaba cantando estos cantos con su extraña, gutural y original voz y estilo, deseándonos siempre reconocer "La Felicidad real", repitiendo: "Sean Felices".

Después de practicar esto por dos o tres días, comienzas a experimentar las sensaciones en el cuerpo que pueden ser de todo tipo y no debes tratar de inducir o forzar ninguna. Cada persona puede tener diferentes o similares, es igual. También puedes tardar más en sentirlas y no debes preocuparte por ello, porque lo más importante para que esto ocurra, es mantener la mente serena para observar sin ninguna ansiedad.
Yo sentí comezón en diferentes partes del cuerpo, adormecimiento, piquetitos, palpitaciones, etc.
Naturalmente día a día, comienzas a entender y ver con claridad. Estos fenómenos físicos salen y se van solos, sin tú controlar nada (les llaman sankaras).
Se dice que los grandes científicos iluminados en India, descubrieron desde hace veinticinco siglos que estamos formados por átomos a los que ellos nombraron desde entonces "Kalapas".

Con el tiempo y la práctica, dicen que se logra un estado en el que consigues tener una mente totalmente pura y con ello la iluminación o lo que llamaríamos "El Nirvana".
Esto no se si yo lo conseguiré y mi meta no es tan ambiciosa de momento, pero lo que si ya estoy comprobando desde ahora, son los cambios en mi actitud y mi manera de ver las cosas.

Esto es tan científico, tan racional con resultados bien orientados, que nada tiene que ver con Hinduismo Budismo, Islam o Cristianismo, como meras organizaciones religiosas.
No involucra ninguna conversión, debes entenderlo claramente. Esto es solo la ley, la ley de la naturaleza y se hace mucho hincapié en nunca dejarte llevar por personas que representan sectas religiosas, como representantes de iglesias o gurús.
Desde luego que la única conversión es aquella que te ocurre al cambiar tus dolores por felicidad. Tus ataduras por libertades, tu ignorancia por alumbramiento y nunca dejar una religión para pasar a otra y así continuamente por necesidad de alguien que te guíe.

Entonces la pregunta final: Porque diez días y no en dos o tres, o una hora a la semana, etc, como otras meditaciones? Porque esta meditación Vipassana, es una técnica que como va a la profundidad de la mente, no puede ser impartida en menos de este tiempo.
Es como querer hablar un idioma y pensar que si te urge empezar a utilizarlo en tres meses lo puedes lograr con solo una clase por semana. Esto tiene sus pasos y su técnica y mí a juicio es correcto el tiempo que se emplea.
También al quinto día, te destinan unas celdas individuales para meditar a solas un par de horas al día, pero eran tan calurosas, que yo me desnudaba para hacerlo.

Les confieso que yo tuve días en los que me pregunté: ¿pero que hago entre tanta gente rara y medio zombi?, ¿regresaré muy cambiada?, etc. Quiero conservar un par de apegos con los riesgos y dolores que tenga que pagar por ello.
Cuando se acerca el día de poder hablar, a mí me dio un fuerte dolor de cabeza y como para conseguir una aspirina se necesita de todo un proceso burocrático (que intenta evitar que consumas medicamentos), decidí enfrentarme con mi dolor en una pausa que hicimos antes de la última meditación nocturna.
Y ¿que les cuento?, abracé mis piernas sentada en un sitio, en el suelo debajo del salón, presione mi cabeza y me dije...... explota cabeza pero déjame tranquila. No creo haber hecho esto por mas de 10 minutos, cuando sonó la campana para regresar a meditar, abrí los ojos y mi dolor había desaparecido por completo.

Continuará....