El mercado también se vistió de fiesta
Valle de Bravo acaba de ser nombrado Pueblo Mágico y no me cabe la menor duda de su magia, pues nada más llegar uno a ese maravilloso lugar, ya se siente uno transportada al paraíso. Como ha sido los últimos años, nos llevamos a mi mamá a pasar Navidad y Año Nuevo a casa de mi hermana Yolanda, quién vive allá. No solamente a pasar esas fiestas sino a festejar también su cumpleaños número 96.
Nombre:Valle de Bravo
Superficie:421.95 kilómetros cuadrados
Población (Conteo 2005):52,902
Gentilicio:
Código Telefónico:(726)
Presidente Municipal: Gabriel Olvera
Por su cercanía a la ciudad de Toluca y a la capital de la República Mexicana, este agradable centro de descanso es uno de los más visitados de todo el Valle de México, especialmente por grupos de excursionistas y familias que gustan de convivir con la naturaleza y disfrutar de un fin de semana alejados del mundanal ruido. Muchas de sus ofertas de hospedaje son de corte rústico, aunque cuentan con las comodidades de complejos turísticos de alto nivel.
Valle de Bravo, que originalmente se llamó San Francisco del Valle de Temascaltepec, fue por más de tres siglos un asentamiento dedicado a la agricultura y la horticultura. Rodeado de una espesa cordillera, estaba casi incomunicado, aunque era paso obligado hacia la Tierra Caliente del estado de Guerrero. La vida de la población transcurría en calma, y sólo era interrumpida por las luchas que se dieron en todo el país por el logro de mejores condiciones sociales.
Cápsula informativa:
Las mazahuas, son el pueblo indígena más numeroso del estado de México. El término mazahua es un etnónimo náhuatl que significa "gente del venado". Provienen de las migraciones nahuas de finales del periodo Posclásico y de la fusión racial y cultural de los asentamientos tolteca-chichimecas. Se asentaron en la zona de San Felipe del Progreso desde entonces.
El censo del año 2000 identificó a 101,789 hablantes de esta lengua (46,709 hombres y 55,080 mujeres). Se encuentran asentados en la región noroccidental y centro-occidental del estado, mayoritariamente en 13 municipios rurales que son: San Felipe del Progreso, Villa Victoria, San José del Rincón, Donato Guerra, Ixtapan del Oro, Villa de Allende, Almoloya de Juárez, Ixtlahuaca, Temascalcingo, El Oro, Jocotitlán, Atlacomulco y Valle de Bravo. Desde principios del siglo XVI los mazahuas han ocupado esta zona, que está integrada por una serie de montañas, lomas y valles en los que predomina el clima frío.
Son productores de artesanías y textiles desde hace varios siglos, identificado esto por el establecimiento de un obraje textil que le mereció el nombre de San Felipe del Obraje al actual San Felipe del Progreso.
El sitio donde en 1530 se celebró la primera misa –bajo un ahuehuete aún en pie– se conoce como El Pino, tiene una placa alusiva y está celosamente custodiada por dos piezas arqueológicas encontradas en La Peña, que fuera el centro geográfico del valle y en la cual hay vestigios de un templo azteca dedicado a Quetzalcóatl. Hoy en día La Peña es uno de los sitios favoritos para construir residencias de fin de semana, pero no por eso ha perdido su encanto.
La parroquia de San Francisco, patrono del lugar, tiene un campanario del siglo XVI, una de las pocas construcciones coloniales de la ciudad. Un paseo por las empinadas callecitas de casas de adobe, madera y tejas rojizas, casi todas construidas en el siglo XIX, proporciona un gran placer. Los portales de la plaza con sus puestos de deliciosos antojitos y sus bordadoras mazahuas, el quiosco con columnas de madera y techo de tejas, la profusión de flores que adornan sus bien cuidados prados y el añoso fresno en el que se refugian ruidosamente miles de pájaros al atardecer, invitan al visitante al sencillo esparcimiento.
Historia y geografía:
Originalmente llamado Temascaltepec (cerro donde hay temascales en náhuatl), Valle de Bravo era un pueblo a orillas de un rio en el centro de un valle. En el año 1947, como parte del sistema hidroeléctrico Miguel Alemán, se construyó una presa sobre el río por el que salían las aguas de lluvia, creándose un gran lago artificial en medio de dicho valle. La actual ciudad típica de Valle de Bravo se extiende un par de kilómetros desde la orilla del lago hacia los montes aledaños. Otro asentamiento cercano, que tiene una vocación mayoritariamente turística es Avándaro, nombre por el cual se conoce ocasionalmente al lago.
Antes de que hubiera laguna ya estaba ahí el bosque que viste a las montañas y el pueblo se llamaba San Francisco del Valle de Temascaltepec. Hoy, esto es un paraíso que no deja de sorprenderme...
Sin embargo, la paz provinciana de Valle de Bravo se rompió definitivamente cuando en 1937 se iniciaron las obras de construcción de la planta eléctrica de Ixtapantongo, que más tarde se llamaría Sistema Hidroeléctrico Miguel Alemán, un ambicioso proyecto que proporcionaría la electricidad que demandaba la cada vez más grande ciudad de México.
Como parte del proyecto, el 16 de julio de 1946 fueron inundadas 2 900 hectáreas de tierras agrícolas que formaban la parte central del valle. Los vallesanos quedaron sin parcelas para sus cultivos y tuvieron que marcharse hacia las tierras altas, dejando bajo las aguas el hogar de sus padres y sus abuelos.
El lago de Valle de Bravo que ahora conocemos es, pues, artificial, hecho por el hombre en aras del progreso; por esa razón, y como dato curioso, todas las casas antiguas “le dan la espalda al lago”, ya que sus accesos fueron orientados hacia el centro de la población.
Además de los deportes acuáticos propios de las zonas lacustres, como el esquí, el veleo, el canotaje y la pesca, Valle de Bravo ofrece al visitante muchos otros atractivos. Avándaro, localidad vecina hoy incorporada a Valle, cuenta con fraccionamientos y hoteles de gran categoría, restaurantes, club hípico y club de golf. En sus cercanías se practican montañismo, escalada en roca, ciclismo y motociclismo de campo, carreras automovilísticas, vuelo libre y vuelo ligero, entre otras actividades.
Valle de Bravo cuenta con una superficie territorial de 421.95 m². Esta zona está a una gran altitud; la cota máxima del espejo del lago está a 1820 metros, la altitud promedio de la cabecera municipal es de 2,200 metros y la altitud máxima de los cerros es de 3,040 metros sobre el nivel medio del mar; el clima oscila de frío a templado, registrándose nevadas ocasionales. La vegetación de la zona es boscosa, compuesta básicamente de coníferas. La especie que predomina en la zona es el llamado ocote, un árbol que llega a medir cuarenta metros de altura y del cual se extraen resinas para consumo de la pequeña industria local. Este tipo de vegetación le aporta un pintoresco estilo alpino a la localidad.
La población de Valle de Bravo se ha preocupado por mantener una gran actividad cultural. Hay diversos talleres artísticos, las fiestas locales son muy folclóricas, con castillos de cohetes, y grandes arreglos florales, la plaza del pueblo está generalmente limpia y con grandes árboles en buen estado. El pueblo mantiene un estilo homogéneo tipo colonial con techos de teja de dos aguas, paredes pintadas con cal y lozas de barro usadas como piso. Como parte de la actividad comercial cultural, hay un buen número de galerías artísticas, así como un gran mercado de artesanías y muchas casas privadas de comercio de arte y artesanía.
Mi mama, unos días antes de su cumpleaños 96, en el restaurante Dipao.
Las calles se adornaron de mil colores, el plástico las hace más resistentes y no se decoloran.
Superficie:421.95 kilómetros cuadrados
Población (Conteo 2005):52,902
Gentilicio:
Código Telefónico:(726)
Presidente Municipal: Gabriel Olvera
Estos adornos son de papel de china y fueron perdiendo su color.
Desde la parroquia de San Francisco, cuando todavía lucían de color rojo.
Todas las mazahuas andaban engalanadas, se notaba que andaban estrenando ropa.
Las mazahuas, son el pueblo indígena más numeroso del estado de México. El término mazahua es un etnónimo náhuatl que significa "gente del venado". Provienen de las migraciones nahuas de finales del periodo Posclásico y de la fusión racial y cultural de los asentamientos tolteca-chichimecas. Se asentaron en la zona de San Felipe del Progreso desde entonces.
El censo del año 2000 identificó a 101,789 hablantes de esta lengua (46,709 hombres y 55,080 mujeres). Se encuentran asentados en la región noroccidental y centro-occidental del estado, mayoritariamente en 13 municipios rurales que son: San Felipe del Progreso, Villa Victoria, San José del Rincón, Donato Guerra, Ixtapan del Oro, Villa de Allende, Almoloya de Juárez, Ixtlahuaca, Temascalcingo, El Oro, Jocotitlán, Atlacomulco y Valle de Bravo. Desde principios del siglo XVI los mazahuas han ocupado esta zona, que está integrada por una serie de montañas, lomas y valles en los que predomina el clima frío.
Son productores de artesanías y textiles desde hace varios siglos, identificado esto por el establecimiento de un obraje textil que le mereció el nombre de San Felipe del Obraje al actual San Felipe del Progreso.
Jóvenes mazahuas posando en el nuevo andador peatonal.
Al fondo la parroquia.
Había muchos mameyes, no solo hermosos, sino deliciosos.
Carretilla con fresas
Originalmente llamado Temascaltepec (cerro donde hay temascales en náhuatl), Valle de Bravo era un pueblo a orillas de un rio en el centro de un valle. En el año 1947, como parte del sistema hidroeléctrico Miguel Alemán, se construyó una presa sobre el río por el que salían las aguas de lluvia, creándose un gran lago artificial en medio de dicho valle. La actual ciudad típica de Valle de Bravo se extiende un par de kilómetros desde la orilla del lago hacia los montes aledaños. Otro asentamiento cercano, que tiene una vocación mayoritariamente turística es Avándaro, nombre por el cual se conoce ocasionalmente al lago.
Atardecer desde casa de mi hermana Yolanda.
Otro maravilloso atardecer.
Como parte del proyecto, el 16 de julio de 1946 fueron inundadas 2 900 hectáreas de tierras agrícolas que formaban la parte central del valle. Los vallesanos quedaron sin parcelas para sus cultivos y tuvieron que marcharse hacia las tierras altas, dejando bajo las aguas el hogar de sus padres y sus abuelos.
Ya después de varios días perdieron su color, más no su
belleza y seguían moviéndose con el viento.
Otra vista del lago.
Además de los deportes acuáticos propios de las zonas lacustres, como el esquí, el veleo, el canotaje y la pesca, Valle de Bravo ofrece al visitante muchos otros atractivos. Avándaro, localidad vecina hoy incorporada a Valle, cuenta con fraccionamientos y hoteles de gran categoría, restaurantes, club hípico y club de golf. En sus cercanías se practican montañismo, escalada en roca, ciclismo y motociclismo de campo, carreras automovilísticas, vuelo libre y vuelo ligero, entre otras actividades.
Otro atardecer.
La vegetación.
- Vuelo en parapente con instructor: Se despega del Mirador en Monte Alto, se sobrevuela el pueblo en dirección a La Peña, y se bordea el lago hasta aterrizar en Santa María, junto al lago. En total, el viaje dura aproximadamente 35 minutos. Una muy buena opción para las personas que gustan de emociones fuertes.
- Paseo en barco por el Lago: Saliendo del muelle municipal, se pueden tomar lanchas que le dan la vuelta al lago en 30-40 minutos. El paseo se puede hacer en lanchas particulares con cupo de hasta diez personas o en los barcos turísticos. Existe además en los fines de semana un paseo nocturno especial de 3 horas en el barco.
- Subida a la Peña: El camino a la peña se encuentra a la entrada del vecindario homónimo y consiste de un ascenso empinado de 15-30 minutos hasta llegar a la cima de la roca del mismo nombre.
- Paseo a caballo en Avándaro : A la orilla del camino, pasando a la zona comercial de Avándaro, se pueden rentar caballos para un paseo a caballo por la zona.
- Mercado de Artesanías: Ubicado en un bello edificio de dos pisos con un jardín central, a cinco o seis cuadras de la plaza central, el mercado de artesanías aglomera productos artesanales de la región y de México en general.
- Velo de Novia: Larga cascada al final de un corto paseo que inicia desde un punto medio en la carretera entre Avándaro y Valle de Bravo. Atracción de fácil acceso, y muy comercializada.
- Cascada de Avándaro: Desde Valle de Bravo, ir hacia Avándaro al lado de la carretera se encuentra una hermosa caída de agua. Dicha caída es espectacular en época de lluvia y no lo es tanto durante la época seca de año. Cerca del final de la ruta, en lugar de descender al río, se puede tomar hacia la izquierda y tras un ascenso y varios cambios interesantes de terreno y vegetación llegar al "divisadero del Lago".
- Paseo gastronómico: Los restaurantes muestran una variedad de platillos tanto regionales como internacionales, utilizando muchas veces ingredientes del lugar, como lo es la trucha arcoíris que se prepara de diversas formas o los hongos y zetas de temporada. También se encuentran tradicionales antojitos mexicanos en diversos sitios de todo el pueblo.
Parapente, casi aterrizando.
Sanuk
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