Se supone que todavía no podemos viajar por el tiempo, pero ir a algunos países puede ser una experiencia similar. Ejemplo de ello para mí que soy mexicana y no precisamente podemos presumir de estar muy avanzados lo fue en este viaje a Cuba.
Aterrizar en el aeropuerto de La Habana y más tarde comprobarlo en todo, para mí fue como regresar a México 40 o 50 años en el tiempo.
Aunque parezca romántico y para nosotros fue nostálgico, es algo triste cuando se comprueba que un país como Cuba, fue un país que tuvo riqueza y grandeza.
Siempre cerca de Cuba tan cerca de México y no habíamos ido, pero gracias a que conocimos a dos maravillosos cubanos en Bangkok es que por fin decidimos ir para encontrarnos de nuevo con ellos y así disfrutar una Cuba con cubanos y vivencias de todo tipo.
La llegada al hotel fue lo primero que nos impactó, primeramente porque se esta acostumbrado a ser recibido con mas atención y cordialidad, pero como el cubano no se siente cómodo atendiendo al turista ya que casi todos tienen buen nivel de educación (no turística), es que pareciera que en muchos sitios estuvieran cumpliendo con una condena.
Así que el personaje que nos recibió en el mostrador del hotel Vedado, tenia el perfil de un típico burócrata de gobierno de país latinoamericano.
Seguidamente, el servicio en este hotel dejaba mucho que desear si se comparaba con cualquiera de los guest houses que tiene Tailandia y otros lugares del mundo, sin comparar con los hoteles de mediano y gran lujo.
La Habana es una ciudad muy bonita que hoy por desgracia después del "periodo especial" (como llaman los cubanos a los años en que dejo de entrar ayuda Rusa al país), se siente un ambiente de enojo por parte de la gente.
Se comenta mucho sobre este periodo en el que se ve que se padeció hasta hambre (en los años noventas hasta el 2002).
Que de todas formas, quiero dejar bien claro que hoy, todo el mundo se ve bien comido y bastante sano, cosa que no sucede en todos los países pobres, incluyendo el mío.
Hay mucha pobreza en Cuba, pero no hay miseria. Lo terrible es que los seres humanos nos acostumbramos fácilmente a la prosperidad y no en cambio a la perdida de esta.
La Habana vieja es una cosa maravillosa, la arquitectura es soberbia y afortunadamente le están invirtiendo dinero, porque constantemente están arreglando estos preciosos edificios.
Su colorido, sus calles angostas pero muy bien trazadas son preciosas.
Como decía mi abuelo Barcelonés que viajo a La Habana en tiempos de Batista: Su trazo se parece mucho a Barcelona.
La parte del Malecón a mi me recuerda mucho Veracruz y quizás Barcelona, pero la Barcelona de antes de las olimpiadas allí.
De todas formas la gente no deja de cantar, bailar y disfrutar ya que el cubano trae esto en la sangre.
Comer en restaurantes elegantes para extranjeros es todo un error, porque se come mal y muy caro, pero no así en aquellos de particulares que se dicen Paladares.
En estos Paladares que hoy escasean, se come muy rico porque las propias familias abren las puertas de sus casas para poner unas cuantas mesas (limite permitido 12 sillas) y cocinar su típica comida. Pero hoy por razones gubernamentales, las han cerrado y muchas de ellas operan clandestinamente.
Se te acercan unas personas en la calle y en voz baja, te ofrecen llevarte a sus casas y darte una rica comida cubana, que puede incluir unas excelentes langostas.
Nosotros por ir con nuestros amigos, pudimos degustar cosas riquísimas y bebidas que solo ellos conocen.
En casa de Héctor (uno de nuestros amigos), conocimos la malanga (tubérculo entre papa y camote), con el que elaboran diferentes platillos. La cortan en rodajas y la fríen, a esto le llaman tostones, aunque también la hacen puré y otras cosas, es muy rica.
Como las guayabas cubanas no había probado nunca, muy grandes, carnosas y muy jugosas. También una especie de mango petacón, pero con sabor a Manila y sin tanta fibra.
Otra fruta exótica que no conocíamos y que nos gusto mucho, fue el mamey de Santo Domingo, con la cáscara como de mamey, pero por dentro del color del mango, con la textura de este, pero con otro sabor muy diferente y rico.
A mi me encanto una bebida de malta que venden envasada y que es malta con el azúcar sin refinar (lo que en México llamaríamos Piloncillo), esta mezcla con gas, tiene un sabor riquísimo.
El trato con las diferentes personas que conocimos en La Habana nos hizo ver bastante clara la situación que se vive hoy y como lo perciben los Cubanos.
Los papas de Héctor, pertenecen al partido comunista y lucharon con y por la revolución. Están totalmente convencidos de que Cuba saldrá adelante, porque dicen se están implementando muchos programas que harán que la industria y el campo comiencen a ser productivos.
Yo les cuestione esto a partir de que industrialmente no se ve casi movimiento. Ejemplo de ello son los pocos o casi ningún camión o trailer conduciendo mercancía por carreteras. La prácticamente nula entrada de barcos, etc.
Aunque las carreteras son amplias y todavía dejan ver que en algún tiempo fueron modernas y tenían mantenimiento, hoy están muy abandonadas.
Casi ninguna carretera de las que recorrimos (que no fueron pocas), esta exenta de hoyos y desde luego, ya no tienen señalización. Esto te limita mucho a conducir sólo durante el día.
El transporte colectivo es escaso e ineficiente. En las paradas de autobuses se acumulan decenas de personas con cara de aburridas a esperar estos vehículos que aparecen cuando bien pueden. Entonces la gente corre, se aglomera y muchas veces no logran alcanzar el tan deseado lugar, teniendo que conformarse con esperar el próximo autobús o pedir botella (como llaman los cubanos al acto de pararse en la calle o carretera con el dedo en señal de que alguien te lleve en su coche).
En las carreteras es mas notorio esto y frecuentemente te topas en algunos puntos con puñados de personas pidiendo esto y mirándote con cara de "¿porque no me llevas si tu si tienes coche?". Esta actitud que se ve en sus miradas es lógica cuando se vive en un país en donde "se supone" que todos tenemos derecho a todo por igual.
Así se han designado unos policías vestidos de amarillo, que te obligan si llevas placas de automóvil del gobierno (no turístico o diplomático), a subir personas en tu vehiculo si es notorio que te sobra algún lugar extra.
Hoy en día se nota que el cubano tiene más dinero en divisas que de alguna manera consiguen.
En algunos casos es porque trabajan directa o indirectamente con el turismo y en otros porque sus familiares les mandan dinero desde el exterior.
Resulta que apenas hace unos meses, se permite que los cubanos entren en las tiendas, restaurantes y hoteles donde en el pasado solo se permitía la entrada al turismo.
Si el cubano paga con Cucs (moneda llamada peso convertible que equivale a un precio entre el dólar y el euro), puede hacer compras en estos supermercados más surtidos de mercancía, o en restaurantes u hoteles en los que pueden pagar para pasar el día en la alberca y sus instalaciones.
De todas formas, a la entrada de los hoteles, en lugar de encontrarte en la puerta (como en hoteles de otros países) a un portero que amablemente abre la puerta y da la bienvenida, aquí parecen y creo que son, policías secretos. Estos vigilan la entrada y salida de personas.
Donde se encuentra la oficina de los intereses Americanos en La Habana, es un edificio grande y muy vigilado que tiene un letrero luminoso del tamaño de dicha edificación y que da hacia el malecón. En este letrero luminoso, constantemente se denuncia en letras color rojo, el "supuesto" mal trato que los Cubanos dan a personas presas, o el no respeto que dicen tiene el gobierno de Cuba ante los derechos humanos.
En esto a mi al menos me queda muy claro que pueden ser tan injustos e inhumanos como los actos que otras naciones que se dicen civilizadas, democráticas, etc. (en muchas de las veces con licencia para matar), también pisotean. De todas formas, queda claro que en Cuba, toda la gente come, viste, tiene atención médica y un techo.
Claro que aunque todos son muy iguales, unos son mas iguales que otros, así se puede ver claramente la enorme diferencia que hay entre las casas de todo el mundo y las de los políticos o diplomáticos.
Estas son mansiones con mucha vegetación bien cortada y se encuentran la mayoría en la colonia de nombre Miramar.
Desde luego que aquí no se permite tomar fotografías y nosotros solo sacamos dos y no de las mejores casas.
La gente con carreras de Historiadores, Filósofos, Doctores en diferentes áreas (amigos que conocimos por nuestros amigos), saben que por su enseñanza superior, tienen más oportunidades de salir a compartir sus ideas, teorías, etc., al extranjero y esto les da esperanza y ganas de seguir luchando. Porque en general la gente en La Habana que hace trabajos de cualquier tipo, como taxistas, empleados, etc., se sienten muy desanimados y deprimidos anímicamente.
La mayoría en cuanto toman confianza, empiezan a quejarse de la situación, ya que finalmente casi todo el mundo tiene cultura y por lo tanto no es un pueblo de borregos convencidos.
Esto puede ser la gran oportunidad cuando Cuba que parece abrirse poco a poco, entre en el mundo de la competencia.
Lo negativo de esto, es que casi nadie esta acostumbrado a trabajar muy duro, pero claro no hay motivación y esto podría cambiar si la hubiera.
No nos atrevimos a tomar fotos de las partes que están realmente mal por respeto a la gente que nos miraba con una mirada de desgana y tristeza. A nosotros esta parte nos deprimió mucho, aunque se reconozca lo ganado en general. Parece que no es humanamente nato el sacrificarnos por los que tienen menos y siempre esta el deseo de tener más y vivir mejor.
Más aun hoy que al tener un poco mas de libertad pueden comparar y escuchar como se puede competir y algunas veces ganar más dinero y éxito en el mundo capitalista.
Aunque muchos Cubanos realmente están convencidos de que con la preparación y la inteligencia que tienen, rápidamente tendrán éxito en este mundo capitalista (y muchos así lo han comprobado), no se dan cuenta que hoy año 2008, la lucha por la supervivencia aquí en estos países que se dicen libres en la competencia no es tan claro ni tan justo,
porque los monopolios y las oligarquías, hoy impiden casi por completo el crecimiento de pequeños empresarios o personas emprendedoras independientes y que tienes que venderte por completo a trasnacionales o padecer otras cosas que a veces te harán añorar este tipo de gobiernos paternalistas.
En el parque Central que se encuentra frente al Capitolio (que por cierto es una copia del de Washington y es más alto), se reúnen todos los días y todo el día, un grupo de personas que solo discuten de béisbol y futbol. Lo que llama la atención de este grupo de gente, es la manera en que se apasionan con el tema. Así en defensa de lo que cada uno piensa, pareciera que por momentos llegaran a los golpes, pero no ocurre así. Luego nos platicaron que es tan conocido este grupo de personas que van y vienen durante el día, que es común que aparezcan las cámaras de televisión para llevar estas discusiones a los televisores.
Los canales nacionales diría yo que hasta son mejores que los que tenemos aquí en México y ni comparar con la televisión con cable de los hoteles. Canales de todos los lugares del mundo.
Escuchamos música y ritmos encantadores.
Paseamos por el famoso callejón de Hamel que un artista de nombre Salvador, ha decorado. Este callejón representa mucho el sincretismo que hay en Cuba entre el catolicismo y el Vudú (La Santería).
El callejón esta repleto de muros pintados haciendo referencia a este tema de la Santería y con frases muchas de ellas muy interesantes.
Algunas de ellas parecieran pertenecer al TAO (el camino).
Aquí se encuentra el estudio donde trabaja y vende su obra este artista, las obras son excelentes y vende las representaciones de los santos en la Santería. Estos cuadros son muy expresivos y reflejan toda la influencia Africana en Cuba.
Yo soy atea y no comulgo con nada de las creencias religiosas, pero les confieso que se siente una vibra extraña y fuerte en Cuba y en especial en este callejón.
No se puede dejar de visitar el museo de Bellas Artes en pleno corazón de La Habana, y en especial la parte dedicada al arte cubano que posee unas piezas maravillosas. Este es otro de los puntos fuertes de este bello país, sus artistas y este bonito museo de primer mundo. Tiene muy buena museografia y solamente me atrevo a criticar la iluminación en pequeños trozos donde se encuentra obra gráfica.
Muy cerca de allí, se puede caminar al museo donde se exhibe el yate en el que Fidel Castro, el Che Guevara, Camilo Cienfuegos, etc, en una embarcación así de pequeña empezaron una revolución en el ano 1957 para derrocar al dictador Fulgencio Batista impuesto por los E.U.
Este es el museo de la revolución y dentro del recinto se pueden recorrer algunos salones con recortes de periódico, folletos y muchas fotos interesantes de la época. Aunque no se puede dejar pasar el deterioro en el que se encuentra hoy en día este edificio antiguo y lo aburrido que se presenta este material en muchos momentos sumamente tendencioso (como suele suceder con los fanatismos de todo tipo) en contra de otros ideales.
Como este viaje fue muy intenso e interesante, voy a relatar una segunda parte sobre nuestro viaje a las provincias que visitamos. Pronto la segunda parte.
Sanuk
sábado, agosto 30, 2008
Cuba 2008 (1)
Etiquetas:
comida,
comunismo,
costumbres,
Cuba,
cubanos,
frustracion,
mexicanos,
México,
turismo,
viajes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Amiga, me parece muy interesante tu comentario sobre Cuba, de una manera muy inteligente e interesante como te caracteriza, has logrado captar nuestra realidad. Es que no pararon en ese viaje y vivieron intensamente los dias que estuvieron de visita.
Publicar un comentario