Bangkok es una ciudad muy cosmopolita con ese sabor tan interesante que suelen dar las ciudades de los países llamados del tercer mundo, como México mi país de origen.
Al no ser una ciudad estéril, para muchas personas ya demasiado acostumbradas a esta esterilidad (sinónimo de sucio y lleno de bacterias y virus principalmente en EE.UU.), esta ciudad a primera vista parece ser todo lo contrario.
En efecto es una ciudad con mucha contaminación visible. Digo visible porque existen otras ciudades igualmente contaminadas donde como los humos generados por los automóviles y demás no son obvios, nos engañan el olfato, la vista y demás sentidos altamente atrofiados por exceso de todo.
Por esto mismo muchas veces comer en puestitos de la calle o chiringuitos, no será del todo apetecible. A mí en lo especial no me gusta, pero no dejo de reconocer los muchas veces agradables olores que de estos lugares emanan.
Aunque a mi no me guste demasiado esto de sentarme casi o en la acera, escuchar el ruido de todos los motores de los vehículos que pasan, respirar los humos directamente sin ningún disfraz, aunados muchas veces a la alegría y música de estos, no dejo de reconocer que tienen su encanto.
La gente tailandesa en su gran mayoría come todo el día. En esto (y en otras cosas) se parecen mucho a los mexicanos. Son antojadizos y es por eso que se nota disfrutan de todo este mercado culinario callejero. De pie, en algún recipiente fácil de llevar por la calle y luego tirar, puedes ir disfrutando desde una sopa, un guiso, hasta un postre, porque todo esta pensado para que te lo comas como mejor te acomode.
Casi todos los puestos al menos tendrán algún banquito para que si no te gusta caminar y comer, te detengas unos minutos. En muchas de las ocasiones, hay mesas y sillas, así que te sientas a comer tranquilamente, acompañando tu comida de bebidas de frutas que son muy socorridas y muy sabrosas, hasta las típicas cervezas tais.
En cuestiones de alcohol, la bebida predilecta del tailandés es el whiskey. En muchos de estos lugares, al pasar por las tardes ya se encuentran en la mayoría de las veces hombres charlando, comiendo y bebiendo whiskey.
En los restaurantes en forma ocurre un poco de lo mismo. Solamente que estos son normalmente cerrados con aire acondicionado y música. Encontraras desde los que tienen música a todo volumen, medio y suave.
Casi todos los restaurantes por sencillos que sean, tendrán un montón de revistas para que te entretengas si vas solo o no quieres platicar y prefieres disfrutar viendo éstas.
A mí todavía después de un año dos meses esto se me sigue haciendo gracioso.
Uno de los restaurantes que nosotros frecuentamos mas, esta a sólo unos metros del lugar donde vivimos y nos gusta porque se come bien, no demasiado picante, esta limpio y cerrado, además de que siempre la música es tranquila, tipo jazz tal que permite la charla en la mesa.
Hace unas semanas uno de los meseros que nos conoce, vino con mucho orgullo a enseñarnos una revista en la que aparecía el Sr. Slim y la noticia de que era el millonario numero uno del mundo. Creo que lo desilusionamos mucho cuando notó que no nos hizo nada de gracia, además de que lo aleccioné un poco sobre quien es este individuo que a mi como mexicana no me da ningún orgullo.
En Tailandia en general se come siempre muy bien o simplemente bien, es por lo que suelo compararlo mucho con España en donde siento que ocurre lo mismo.
Incluso en lugares muy turísticos - que como todos sabemos casi nunca serán los mejores - también hemos comido bien.
Aquí la costumbre es pedir varios platillos, ponerlos al centro y todo mundo va sirviéndose a su gusto. El tailandés es muy sociable y la comida no es solo llenar el hueco del estomago, sino el compartir. Se ve poca gente comiendo sola y menos después de las horas de trabajo, es notorio lo importante que parece ser no sólo lo que se come, sino con quien te lo comes.
Su comida siempre tiene algo de dulce porque ellos piensan que comer bien es hacer un balance de sabores aunque con el chile si exageran al igual que lo hacen en mi país.
Aun con el calor que hace prácticamente todo el año, a los tailandeses les gustan mucho las sopas y es raro que una comida no vaya acompañada de estas.
Las verduras casi siempre muy crudas en todos los guisos y utilizan todo, no desperdician prácticamente nada. Aquí nos hemos comido algunos troncos de verduras que nunca pensé me comería. También suelen poner mucha col y ejotes completamente crudos para que te los vayas comiendo junto con los platillos muy picantes.
Los tailandeses gustan mucho de los embutidos y en especial de todo tipo de salchichas. Yo como no soy muy afecta a estos y a las salchichas menos, he comido muy pocas de estas variedades.
Se comen algunos bichos asados del tipo de los grillos y gusanos de maguey. Es muy común encontrar unos carritos por las noches al salir de algún bar u restaurante con estos animalitos.
Por las calles gustan de asar todo tipo de carnes, sobre todo las salchichas. También secan algunos alimentos como pescado y carne, que tampoco he probado.
Los huevos son otro alimento muy socorrido, los ponen mucho en las comidas pero además los venden por la calle ya cocidos de diferentes formas. No se exactamente que les ponen, pero pueden tener unos colores que no abren mi apetito. En un restaurante totalmente tailandés, por compromiso, tuve que probar uno de color marrón que en el centro parecía tener una especie de ojo. No se si sería verdad o sólo al ver nuestras caras quisieron impresionarnos más los tais con los que nos encontrábamos, pero dijeron que los cocinan en orín de caballo. Al ver quizás las caras que Juan y yo pusimos, una señora dijo que ya no lo hacían así hasta donde ella sabía. El caso es que no sabían mal, aunque no me aficionaría a ellos.
Los postres por lo regular no suelen ser muy dulces, porque de nuevo se tiene que tener un balance en el sabor y en muchas de las ocasiones les ponen sal.
Los postres más comunes están elaborados a base de arroz, coco, leche de coco y azúcar.
Existe el típico mango con arroz que gusta mucho a los extranjeros. Tienen un postre que cocinan dentro de cañas de bambú sobre las brazas. Rellenan el hueco con arroz y diferentes cosas como castañas, una especie de camote y otras cosas. A mi solo me gusta lo del principio, porque cuanto mas vas al fondo, ya solo sabe a arroz apelmazado.
Las bebidas que se venden y se toman mas por la calle son bebidas de frutas tipo frappé, jugos, agua de coco (cocos de diferentes tamaños), te y café.
El jugo más famoso y que no puedes dejar de probar es el de mandarina, porque en muchos lugares lo están exprimiendo al momento, así que su sabor es increíble, además de que como todas las frutas aquí, es mucho más dulce que en México.
El agua de coco, la de unos cocos chiquitos es especialmente rica y diferente, igualmente muy dulce.
Aunque se toman de todo tipo de tés, el famoso té tailandés es el Cha yen. Es una bebida que lleva leche, muy dulce y que lo hacen dando un show, pues lo dejan caer desde lo alto de un recipiente, a otro mas abajo. Mientras cae, como que se espesa y el espectáculo es muy colorido. Claro que también existen las versiones de paquete que se venden en supermercados.
El café callejero es de lo más bueno, solo que de nuevo si no especificas que tan dulce lo quieres, será muy dulce.
Para hacer notoria una gran diferencia con la manera en que nos comportamos en otros lugares del mundo, aquí en Asia y en Tailandia la gente no busca ser individualista, se sienten bien de pertenecer a una sociedad. Les gusta vivir rodeados de gente, del calor humano que los occidentales mas bien evitamos.
Se ven muy contentos y cómodos todos juntos aunque no se conozcan y rápidamente te invitan a compartir aún sin conocerte, cosa que contrasta enormemente con otros países.
Aquí si no quieres estar solo o sola, con acudir a algún evento, lugar o restaurante, encontraras enseguida que te invitan a compartir.
Ejemplo de esto, fue un día que llegue tarde y sola de un paseo con una amiga, baje en el muelle que esta a unos kilómetros de mi casa y como llovía mucho, tuve que esperar un buen rato. Como los taxistas de motos que suelen juntarse allí a jugar a la pelota o juegos de mesa ya me conocen y nos saludamos, me invitaban a sentarme con ellos y beberme una cerveza o un poco de whiskey tailandés. No lo hice porque mi tai es muy pobre y ya era tarde para llegar a mi casa, así que decidí tomar un regaderazo callejero, porque se veía que no pararía de llover.
Sanuk
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2 comentarios:
Hola amiga, me gusto mucho este escrito, esta muy completo ademas. Puse uno en mi blog sobre algo que me enviaron de Cuba, leelo que esta interesante. Un abrazo. Alex
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