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lunes, septiembre 03, 2007

Experiencia de Meditación Vipassana en Tailandia - Final.

El maestro Goenka nació en Burma, de origen Indio y en una familia con negocios y mucha riqueza. Después de varios anos de manejar e incrementar su fortuna, comenzó con migrañas y teniendo los recursos económicos para hacerlo, recorrió el mundo en busca de ayuda. Se hizo adicto a la morfina para controlar sus dolores y poder seguir llevando el mismo tren de vida de negocios que llevaba. Se encontró con un amigo (otro gran maestro Vipassana), que le pidió accediera a probar este método, metiéndose 10 días al curso.
Al término de este, sus dolores habían desaparecido y por terapia continuó ejercitándose. Decidió ir a India y se pasó allí como 14 años perfeccionando esta técnica más y más.
Regresó a Burma y un tiempo después, su mamá que vivía en India enfermó. Él decide regresar a India para enseñarle a meditar a su madre. Algunos miembros de familia y amigos se unen para probar también y ante los resultados benéficos para la mayoría, no dejaba de tener demanda de más cursos. Cuando menos lo pensó, se pasaba la vida impartiéndolos.

De manera que pasa algún tiempo entre Burma e India y se le ocurre un proyecto: crear un centro de meditación vipassana en Burma, donde la estancia y el curso resulten totalmente gratuitos (como son en todo el mundo ahora).
Sus amigos le dijeron: "En un país como éste, donde hay tantas necesidades, todo mundo vendrá y te iras a la banca rota. Pero cuando uno va 10 días y prueba esto, si no vas con el propósito de aprender, más te vale pedir limosna en la calle, este lugar no es precisamente un refugio.
El resultado de este proyecto es que hoy en día, este maestro es reconocido a nivel mundial y ha dado conferencias para las Naciones Unidas y entidades de este tipo. Es invitado constantemente y si alguno de uds. lo quiere escuchar, métanse a google y pongan: meditación vipassana, maestro Goenka.
Existen centros Dharma (el nombre para reconocerlos), por todo el mundo y hay que ponerse en lista, llenar solicitud y esperar a que lo acepten a uno.
Un centro muy solicitado en el que se hacen colas sobre todo en verano, es en Francia.
Al finalizar el curso me parece que ninguno de nosotros dejo de dar alguna donación y muchas personas, sacaban tarjetas de crédito para aportar ayudas extras para que estos centros se sigan construyendo por todo el mundo.
En México el único que existe, está en Valle de Bravo y por estar tan lejos de Asia, no se encontraba entre los que nos mostraron en fotos. Por aquí se habla mucho de los que hay en India, en Australia, Alemania, Francia, Nepal, Tailandia, Burma, etc, etc., sobre todo Europa y Asia. También hay en Canadá y EU, varios en varios estados, pero no se si hay en Latino América.

El ultimo día en que ya pudimos hablar, después de superar mi atontamiento y hacer un par de llamadas solamente, empecé a platicar con mis compañeros hombres y mujeres y les digo que el lugar se llena de una vibra tan positiva, que empiezas a sentirte muy feliz y no sabes porqué (al menos yo), que todavía me preguntaba: ¿como le hice?, estuvo pesadísimo!, que bueno que terminó!
Entonces en el autobús de regreso, donde en esta ocasión preferí la compañía de los asiáticos (de todas formas occidentales solo eramos 12, cinco hombres y tres mujeres), mi plática fue mucho menos pero más enriquecedora, con un maestro de yoga, con una mujer de Burma y con la primera persona que hablé al llegar, la mujer de Singapur.
Había en el curso cuatro o cinco jovencitas de apenas entre 17 y 22 anos de edad (que por ser asiáticas, se veían más jóvenes todavía). Una de ellas, tenia una expresión que no puedo explicar, de paz, serenidad y felicidad. A su corta edad, había tomado este curso 10 veces.

Cada día hay más gente interesada en aprender esta técnica y creo que si esto ocurre así, quizás podremos aspirar a una mejor vida en este mundo. Porque con esta técnica, lo mas bonito que te va sucediendo, es una sensación de armonía, no violencia de ningún tipo y compasión hacia cualquier ser vivo sobre este nuestro ya tan deteriorado planeta.
Desde luego suena muy utópico, pero, me pregunto: "algo que solo puede traerte cosas positivas, no vale la pena intentarlo?". Que son 10 días de toda una vida llena de ruido y en la que perdemos mucho tiempo como las hormigas, solo acumulando, corriendo, pisando todo lo que nos estorba al pasar, porque siempre tenemos prisa, prisa, prisa, para que?, para que el tiempo corra rápido y alcancemos finalmente la muerte?.
Hoy veo con un poco de mas claridad lo absurdo de la realidad en este mundo y mas que nunca admiro a aquellas personas que pueden vivir al margen del sistema.

Quiero terminar este relato que espero no los haya cansado mucho, con un fragmento de un poema de un poeta al que he admirado siempre y que define un modo de ver y vivir, que solo puede ser calificado como Dharma, Vipassana. Algunos de uds., seguramente ya lo conocen.......

Ser en la vida romero.
Romero solo que pasa siempre por caminos nuevos.
Ser en la vida romero, sin otro oficio, sin otro nombre y sin pueblo.

Ser en la vida romero, romero solo romero.
Que no hagan callo las cosas, ni en el alma ni en el cuerpo.
Pasar por todo una vez, una vez solo y ligero.

Que no se acostumbre el pie, a pisar el mismo suelo.
Ni en el tablao de la farsa, ni en la losa de los Templos.
Para que nunca recemos como el sacristán los rezos.
Ni como el cómico viejo digamos los versos.

Que no hagan callo las cosas, ni en el alma, ni en el cuerpo.
Pasar por todo una vez, una vez solo y ligero.

LEON FELIPE.

Sean Felices.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

http://www.dhamma.org/es/bycountry/la/

Meditacion Vipassana en latinoamerica

Anónimo dijo...

¡¡Muchas gracias!!

Me hablaron de estos centros de meditación hace un par de meses y quiero probar. Antes he buscado experiencias personales en la web. La tuya es la primera que leo y me ha encantado, animándome más a apuntarme hoy mismo a un curso.

¡¡Seamos felices!!